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El mundo contiene de nuevo la respiración. Rusia ha informado de la generación de una nube tóxica tras la fractura de una tubería de amoníaco en un bombardeo a un oleoducto químico.

Fuentes rusas citadas por el Mirror han publicado imágenes de una grieta impactante en una tubería de amoníaco, en la región ucraniana de Járkov. Se trata de la tubería de amoníaco más larga del mundo y se cree que está derramando el gas tóxico en el aire.

Rusia y Ucrania se han culpado mutuamente por el ataque a la tubería de amoníaco, cerca del pueblo de Masiutovka.

Si se confirma, este gas venenoso podría representar una amenaza potencialmente fatal para la salud, y si se trata de un ataque deliberado, existe la preocupación de que sería un acto confirmado de guerra química.

El presunto sitio se encuentra en la 'zona gris' entre los dos bandos en guerra, pero el presidente Volodimir Zelenski dijo que había planes en marcha para evacuar a la gente de la región.

El oleoducto, de 2.468 kilómetros, se extiende desde Togliatti, en Rusia, por el río Volga hasta tres puertos en el Mar Negro. Ha estado fuera de servicio desde que Vladimir Putin ordenara la invasión de Ucrania.

Oleh Sinehubov, gobernador de la región de Járkov, dijo que no se había registrado contaminación por la ruptura de una tubería hasta el martes por la noche. "No hay amenaza para la vida y la salud de las personas", publicó.

Las imágenes fueron publicadas por primera vez por un funcionario designado por Moscú, Daniil Bezsonov, viceministro de información en la República Popular de Donetsk ocupada. Se considera que tiene vínculos con los servicios secretos rusos.

Medios rusos afirman que las fuerzas de Ucrania se han visto muy afectadas por la fuga química, que habría provocado al menos una muerte, pero no hay confirmación oficial.