Zona con altos edificios en La Habana. | Efe - Ernesto Mastrascusa

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Más de 100.000 habitantes de La Habana se han quedado sin agua con la llegada del calor del verano caribeño, aumentando la tensión en las calles de la capital cubana mientras el gobierno, sumido en una crisis, se esfuerza por encontrar una solución. La escasez, relacionada con el envejecimiento y la decadencia de las infraestructuras de la isla, afecta a entre 100.000 y 200.000 ciudadanos de La Habana, lo que equivale al 10 % de la población de la ciudad, informaron los medios estatales a finales de la semana pasada.

Según las autoridades locales, la escasez de agua se debe a diversos factores, como estaciones de bombeo motorizadas defectuosas, tuberías con fugas y la sequía provocada por el cambio climático. Es el último de una larga lista de problemas que complican la vida cotidiana, dijo Annia Batista, de 37 años, residente de La Habana Vieja, mientras fregaba los platos bajo un grifo de plástico que sólo goteaba.

«Hace días no entra el agua aquí. Entró un poquito nada más, pero ya no hay más agua. Entonces está muy mal el tema del agua», dijo Batista.

El país de gobierno comunista atraviesa una de sus peores crisis económicas en décadas, golpeado por las duras sanciones de Estados Unidos, la resaca de la pandemia y un turismo tambaleante. Escasean los alimentos, las medicinas y el combustible, y la inflación disparada ha puesto lo poco que hay fuera del alcance de la mayoría. La escasez y las interrupciones del suministro de agua ya son habituales en las provincias periféricas, donde las infraestructuras igualmente anticuadas y la sequía obligan a muchos a depender de camiones cisterna o de los ríos, arroyos y pozos poco profundos de la zona.

Funcionarios de La Habana visitaron durante el fin de semana varios puntos clave de la infraestructura del agua en la capital, según un informe del medio de noticias en línea CubaDebate, pero advirtieron que no habría soluciones rápidas. «La instalación de 23 motores nuevos va a ayudar a resolver el problema de la ciudad y podremos tener reservas, pero tendremos estabilidad a medida que se instalen», dijo Luis Antonio Torres, un alto funcionario provincial del Partido Comunista.

«No es una solución inmediata», dijo Torres, indicando que el primer lote no llegará hasta finales de julio. En los dos últimos años, los frecuentes cortes de electricidad han interrumpido el suministro de agua en todo el país, pero el gobierno cubano ha afirmado que su red eléctrica está mejor preparada este verano.

Sin embargo, el gobierno local de La Habana dijo la semana pasada que la demanda está un 25% por encima de su previsión presupuestaria y pidió a los residentes que conserven la energía siempre que fuera posible. Los apagones son un asunto espinoso en Cuba y, en parte, han contribuido a una ira que ha provocado protestas antigubernamentales en toda la isla, incluidas las manifestaciones de julio de 2021, que se cree que fueron las mayores desde la revolución de 1959.