El presidente ucrianiano, Volodimir Zelenski, junto al grupo de militares con los que regresó de Estambul. | UKRAINIAN PRESIDENTIAL PRESS SERVICE

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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, marcó hoy con mensajes de ánimo para los soldados y la población la resistencia ucraniana en la guerra, que cumple 500 días sin visos de un arreglo y con una lenta contraofensiva cuyo éxito depende del envío de más armas de Occidente, ahora también bombas de racimo estadounidenses. «¡Sigamos adelante!», es el mensaje de soldados y mandos militares y jefes de agencias de seguridad como el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni, el comandante en jefe del Ejército de Tierra, Oleksandr Sirski, o el jefe de la inteligencia militar, Kirilo Budánov, en un vídeo publicado este sábado.

El presidente repite la misma frase al final de una visita a la desocupada isla de las Serpientes, un símbolo de la resistencia ucraniana y desde donde grabó otro vídeo difundido hoy para arengar a los soldados y a los ucranianos.

«Aunque este es un pequeño pedazo de tierra, en medio de nuestro mar Negro, esta es una gran prueba de que Ucrania recuperará cada partícula de su territorio», recalcó Zelenski. En la Isla de las Serpientes depositó flores azules y amarillas, escribió en el cartel con el nombre de la isla 'Gloria a Ucrania' y prometió que Ucrania «ganará definitivamente la guerra». El mandatario se encontraba hoy aún durante buena parte del día en Turquía, desde donde conversó con el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, para fijar la fecha del inicio del entrenamiento de pilotos ucranianos en el manejo de cazas F-16 y asistió a una misa en memoria de las víctimas de la guerra.

Zelenski regresó de Estambul en su avión con cinco comandantes que lideraron la batalla de Azovstal el año pasado en Mariúpol y que se encontraban en Turquía desde septiembre de 2022 bajo la protección del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

El fiscal general de Ucrania, Andrí Kostin, señaló que durante los 500 días de guerra Rusia ha cometido 94.000 crímenes de guerra y destruido 115.000 objetos de infraestructura civil. Además, más de 10.500 civiles fueron asesinados, entre ellos 500 niños, dijo, y prometió que «ningún crimen quedará impune».

Pese a los esfuerzos de algunos países como China y Brasil o de continentes como el africano por promover la paz en Ucrania, hoy por hoy no hay ninguna posibilidad de que la guerra termine en la mesa de negociaciones. «Esta es una guerra global de naturaleza existencial y alguien tiene que perder (...)», señaló en referencia a Rusia el asesor presidencial Mijailo Podoliak al portal independiente ruso Meduza.

Admitió que la contraofensiva va lento debido a las minas y las fortificaciones que Rusia ha levantado mientras Ucrania esperaba la llegada de armamento pesado occidental. Por eso reiteró que Kiev necesita misiles de largo alcance para golpear la retaguardia rusa, cazas y proyectiles de gran calibre. El nuevo paquete militar de Estados Unidos, de 800 millones de dólares, incluirá munición adicional de gran calibre y también bombas de racimo.

Human Rights Watch (HRW) asegura que tanto Rusia como Ucrania han utilizado ese tipo de armamento en la guerra. Este sábado, la Fiscalía General de Ucrania acusó precisamente a Rusia de haber utilizado municiones de racimo en un bombardeo sobre el centro de la desocupada ciudad de Limán, en la región oriental de Donetsk, donde han fallecido al menos siete civiles y otros 13 resultaron heridos.

El Ministerio de Defensa ucraniano se comprometió a no utilizar las bombas estadounidenses «en zonas urbanas para evitar riesgos para la población civil», una promesa que el ministerio ruso de Exteriores dijo hoy «no valen nada». La portavoz de Exteriores, María Zajárova, consideró que el envío de estas bombas es un gesto de «desesperación» ante el «fracaso» de la contraofensiva ucraniana.
A su vez, tanto el embajador de Rusia en EEUU, Anatoli Antónov, como el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, advirtieron del riesgo de una tercera guerra mundial.

«El nivel actual de provocaciones estadounidenses está realmente fuera de escala y acerca a la humanidad a una nueva guerra mundial», afirmó el embajador. «Ahora, después de haber agotado todos los recursos, EEUU promete bombas de racimo y vuelve a tentar a los neonazis en Kiev con la perspectiva de la OTAN, cuya realización significa una tercera guerra mundial», sostuvo Medvédev.