Imagen del derribo de un edificio en la zona. | Twitter: @meerfaisal01

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Un tribunal de la India cuestionó si la demolición de cientos de viviendas en el norte del país, promovida por la administración tras una ola de violencia entre hindúes y musulmanes, es una «limpieza étnica» puesto que todos los edificios derribados pertenecen a la comunidad musulmana. «Surge la cuestión de si los edificios pertenecientes a una comunidad en particular están siendo derribados bajo la apariencia de un problema de orden público y si el Estado está realizando un ejercicio de limpieza étnica», dijo este lunes el Tribunal Superior de Punjab y Haryana, según publican este martes los medios indios. La observación del tribunal se produjo el mismo día en que ordenó la detención inmediata de los derribos que estaba llevando a cabo el Gobierno del estado de Haryana, en manos del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party, en el distrito de Nuh, el único de mayoría musulmana de la región.

Allí estalló la semana pasada un violento enfrentamiento entre ambas comunidades religiosas después de que un grupo de hindúes organizara una procesión por una zona de mayoría musulmana. Los disturbios, que se extendieron al distrito vecino de Gurgaon, dejaron seis muertos además de decenas de heridos, por lo que las autoridades decretaron un toque de queda y suspendieron los servicios de Internet en la zona afectada. Paralalelamente, comenzó una campaña de demolición de estructuras que supuestamente habían sido construidas ilegalmente y que pertenecían a los responsables de los disturbios, según la administración. Durante cuatro días, las autoridades derribaron 162 estructuras permanentes y 591 temporales, según informó el Superintendente de Polícia de Nuh, Narendra Bijarniya, al medio Indian Express.

No obstante, el tribunal ordenó su detención al criticar que no se estuvieran siguiendo los cauces legales, sugiriendo que «el problema del orden público está siendo utilizado como una artimaña para derribar edificios sin seguir el procedimiento establecido por la ley». La demolición de propiedades musulmanas es un castigo adoptado con frecuencia por la administración india en respuesta a los disturbios entre hindúes y musulmanes. La India ha vivido en el pasado sangrientos choques entre hindúes y musulmanes que han dejado miles de muertos y heridos. La llegada al poder del líder nacionalista hindú Narendra Modi ha coincidido con una radicalización entre la mayoría hindú y, de acuerdo con numerosas organizaciones de derechos humanos, también con un aumento desproporcionado de ataques contra la minoría musulmana.