Personal de MSF atiende a un herido en la Franja de Gaza | MSF

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Raúl Incertis, anestesista de Médicos Sin Fronteras (MSF) y primer español que consiguió abandonar la Franja de Gaza este miércoles, ha denunciado la situación «insostenible» en este territorio y ha reclamado el cese inmediato de la «barbarie», el «castigo colectivo» y «la pérdida de vidas humanas». En un vídeo difundido por MSF, Incertis ha asegurado que aunque él ya está fuera y pronto regresará a casa su alma se ha quedado «con nuestros compañeros y compañeras, con los palestinos, en esa jaula inhumana en la que se ha convertido la Franja de Gaza».

«Este castigo colectivo, cruel y desmedido, debe terminar ya. Esta pérdida de vidas humanas, esta pérdida de vidas de niños tiene que terminar ya», ha reclamado, reconociendo la frustración e impotencia con la que ha vivido los últimos días.

Así, ha asegurado haber sido testigo de cómo «miles de personas se abalanzaban sobre camiones de ayuda humanitaria» que intentaban salir de un refugio habilitado por la ONU para hacer llegar asistencia a otros puntos de la Franja. «Los palestinos se abalanzaban sobre estos camiones desesperados por conseguir un saco de harina», ha ilustrado, tachando de «insostenible» la situación.

Incertis también ha tenido ocasión de hablar con desplazados por los bombardeos. «Recibimos relatos de padres que habían perdido a sus hijos, de hijos que habían perdido a sus padres, de pérdidas de hermanos, de pérdidas de abuelos y de pérdidas de vidas humanas, en definitiva», ha subrayado.

La ayuda que llega es insuficiente

«La situación de los hospitales en la Franja es insostenible. No se puede aguantar más», ha denunciado, destacando que «más de la mitad de los hospitales están inoperativos y la cuenta va creciendo cada día». «La cantidad de material que está entrando es insuficiente. Es una aguja en un pajar», ha añadido, en referencia a las decenas de camiones que han estado entrando desde el paso fronterizo de Rafá con Egipto, por donde salió él el miércoles.

Según ha explicado, «no quedan fármacos para sedar, no queda material quirúrgico para poder operar ni para hacer operaciones en condiciones de esterilidad». La falta de combustible ha provocado que se racionen las horas de electricidad solo para la UCI o las urgencias e incluso «se han desconectado pacientes de ventilación mecánica», ha incidido, advirtiendo de que «las incubadoras corren peligro».

Pese a estas condiciones tan difíciles, ha resaltado, MSF sigue trabajando en Gaza y su personal hace lo imposible por llegar a los hospitales pese a haber perdido incluso a algunos familiares en los bombardeos o tener que dejar a sus familias durante horas o incluso días.

Esta barbarie tiene que acabar

«Desde Médicos Sin Fronteras hacemos el enésimo llamamiento para que se acabe esta barbarie que está diezmando y mutilando el alma y los cuerpos de personas, de niños que no tienen la culpa de nada», ha reclamado.

«Hacemos un llamamiento para que por favor dejen entrar más camiones de ayuda, porque los camiones que entran ahora son totalmente insuficientes y que dejen entrar a más personal médico y humanitario desde afuera», ha añadido.

Por último, también ha pedido que se deje salir a los palestinos «de esa ratonera en la que los han metido y en la que están muriendo». «Se debería permitir salir de la Franja a todo aquel que lo desee, tanto palestinos como personal internacional» pero además, en el caso de los primeros, se les deberían dar «garantías de poder regresar cuando todo esto termine».