La vicepresidente tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ofrece este viernes su primera rueda de prensa en la Cumbre del Clima COP28 que se celebra en Dubái. | Efe - Isaac J. Martí­n

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La ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha reclamado este viernes a la cumbre del clima de Dubái (COP28) un mensaje claro y contundente sobre el fin de los combustibles fósiles y sobre cómo acelerar el ritmo de reducción de emisiones para lograr limitar el calentamiento global a 1,5 grados. En rueda de prensa, Ribera ha destacado que la cumbre ha empezado con una «inyección de optimismo muy importante» tras la aprobación, en su primer plenario, del fondo de pérdidas y daños para compensar a los países más vulnerables a los efectos del cambio climático y el anuncio de Emiratos Árabes Unidos de promover, junto a empresas privadas, un fondo climático para captar 30.000 millones de dólares.

Las cuestiones financieras siempre «hacen difícil» la negociación sobre cómo reducir las emisiones y cómo asegurar que estamos preparados para los impactos del cambio climático, y el anuncio de estos dos fondos permitirá centrar ahí los esfuerzos, ha subrayado. Entre las prioridades en la COP28 de la Unión Europea, cuya presidencia recae en España hasta final de año, Ribera ha destacado lograr un acuerdo que recoja triplicar la potencia instalada renovable, multiplicar por dos la eficiencia energética y cómo reducir las emisiones para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, «que ahora no estamos en la senda de conseguir».

Entre esos mensajes deben figurar cuestiones clave como, por ejemplo, cuándo se alcanzará el pico de emisiones y de qué manera deben contribuir a su reducción los distintos actores sin desarrollar nuevas infraestructuras fósiles vinculadas al carbón, sin subvenciones a las energías fósiles y poniendo precio a las emisiones. Lograr el objetivo de 1,5 grados pasa también por recortar las emisiones de metano, frenar la deforestación, por «no blanquear iniciativas que dicen ser verdes pero no lo son» y por limitar las tecnologías de captura de CO2 a actividades difícilmente descarbonizables, ha apuntado. Respecto al anuncio de que EAU contribuirá con 100 millones de dólares al nuevo fondo de pérdidas y daños, Ribera ha subrayado que abre la puerta a que países no OCDE, hasta ahora considerados en vías de desarrollo, como es el caso de China, hagan aportaciones a los fondos climáticos.