Niños palestinos esperan para recibir algo de agua de la ayuda humanitaria. | Reuters - MOHAMMED SALEM

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El emir de Catar, Tamim bin Hamad al Thani, criticó hoy duramente a la comunidad internacional por su política de «doble moral» y por «abandonar a los niños de Palestina», y pidió abrir una investigación internacional sobre los «crímenes brutales» de Israel en la Franja de Gaza. Al Thani reafirmó, sin embargo, ante la cumbre de la alianza política y económica del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), en Doha, su compromiso de continuar los esfuerzos de mediación de su país, «junto con sus socios», para restablecer la tregua entre Israel y el grupo islamista Hamás en Gaza.

«Es vergonzoso para la comunidad internacional permitir que este crimen atroz continúe durante dos meses, durante los cuales continúa la matanza sistemática e intencional de civiles indefensos, incluidos mujeres y niños (...) familias enteras fueron eliminadas del registro civil», dijo Al Thani. «Todo el mundo se pregunta sobre el significado de la Comunidad Internacional y, si realmente existe una entidad así, ¿por qué ha abandonado a los niños de Palestina?», se preguntó el emir catarí.

En esta línea, aseguró que «expresiones como doble rasero y doble moral se han convertido en las más populares, y esto significa que la legitimidad internacional puede ser víctima de esta guerra bárbara». Al Thani reiteró la condena de Catar de los «ataques contra los civiles de todas las nacionalidades y religiones», mientras insistió en la «necesidad de que las Naciones Unidas realicen una investigación internacional sobre las matanzas cometidas por las fuerzas de la ocupación israelí contra el pueblo palestino».

Tras recordar que el conflicto «no es religioso ni se trata de un asunto de terrorismo, sino es una causa nacional de un pueblo bajo la ocupación israelí», el mandatario catarí destacó que «la ocupación no tiene derecho a autodefensa». Pese a todo, el emir catarí reafirmó que «haremos todo esfuerzo posible, en cooperación con nuestros socios internacionales y regionales» para establecer una nueva tregua en Gaza, después de que la anterior expirara el pasado el 1 de diciembre en medio de acusaciones cruzadas.

«Haremos todo lo posible, en cooperación con nuestros socios internacionales y regionales, para lograr un cese integral de la agresión israelí contra el pueblo palestino en todos los territorios palestinos», recalcó. Catar, que no reconoce el Estado de Israel y acoge en Doha una oficina política de Hamás, ha ejercido junto a Egipto y Estados Unidos de mediador clave entre el grupo islamista e Israel para alcanzar la tregua bajo acusaciones cruzadas de las dos partes.

La pausa, que duró siete días, permitió el canje de 105 rehenes secuestrados por Hamás en Gaza a cambio de 240 palestinos prisioneros en cárceles israelíes, todos mujeres y menores, así como la entrada de mayores cantidades de ayuda alimentaria, médica y combustible a la Franja. «El objetivo ahora es alcanzar una tregua y un alto el fuego que permita enviar ayuda adecuada y suficiente al pueblo palestino», dijo por su parte el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdelrahman en una rueda de prensa tras la cumbre del CCG, integrado por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Kuwait y Baréin, además de Catar.

El responsable catarí subrayó que los jefes de Estado de esa rica alianza árabe se han expresado «unánimes» sobre ese objetivo, algo que refleja también el comunicado final «Declaración de Doha». «Las treguas no deben ser el techo (...) nuestro objetivo es frenar la guerra, asegurar pasillos seguros para enviar la mayor cantidad de ayuda» a la población de Gaza, añadió. Por su parte, el secretario general del CCG, Yasim Mohamed Al Budaiwi, denunció en la rueda de prensa que el «mayor obstáculo» ante la ayuda a la población civil de Gaza es "la continuidad de las operaciones militares israelíes.

A la cumbre de Doha asistió, como invitado de honor, el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, quien acusó ante la reunión al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de continuar la guerra en Gaza por «cálculos políticos internos». «Matar a los niños y mujeres y asesinar a 17.000 palestinos inocentes es un crimen de guerra y contra la humanidad (...) Israel tendrá que rendir cuentas por esas acciones», dijo Erdogan, cuyo país no considera Hamás una organización terrorista, y es aliado histórico de Israel, aunque sus relaciones se volvieron tensas tras la guerra en Gaza.