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La Policía de Manchester, en el norte de Inglaterra, informó este viernes de que ha iniciado una investigación criminal sobre el caso del adolescente británico de 17 años Alex Batty, que fue hallado en Francia tras haber sido raptado durante seis años por su madre y su abuelo sin tener la custodia.

Un portavoz policial indicó que los agentes han entrevistado ya al adolescente, pero no aportó más información sobre las pesquisas.

La decisión de la policía se conoció después de que el chico admitiera en una entrevista con el diario The Sun que empezó a pensar en escaparse del entorno en el que vivía cuando tenía "14 o 15 años".

El periódico publicó este viernes la primera entrevista del adolescente después de que fuera encontrado el pasado día 13 por un conductor de reparto en una zona montañosa de Francia.

En ella, Batty habló de cómo decidió dejar atrás a su madre y a su abuelo, quienes, después de secuestrarlo cuando tenía 11 años, en 2017, comenzaron una vida "itinerante" en grupos que formaban parte de una "comunidad espiritual".

Según su relato, tomó la decisión de irse después de una discusión con su madre, que lo llevó a concluir que "no podía vivir con ella". A ello se sumó su aspiración de convertirse en técnico de software, acrecentada en el último año, lo que le hizo darse cuenta de que el nomadismo "no era una buena forma de vida" para el futuro que quería.

Fingió estar perdido

"No sé qué habría pasado si me hubiera quedado con mi madre, pero los últimos años me permitían hacerme una idea: mudanzas constantes, sin amigos, sin vida social, trabajando y sin poder estudiar", consideró.

El muchacho indicó que había planteado ya la posibilidad de irse a su madre y a su abuelo, algo ante lo que ella se posicionó en contra, pero a lo que su abuelo le respondió que hiciera "lo que fuera mejor para él". "Ella es una gran persona y la quiero, pero no es una buena madre", señaló Batty al medio británico.

El lunes 11 de diciembre huyó de la granja en la que residían llevando una mochila con ropa, un monopatín, una linterna, una navaja suiza y algo de dinero, hasta que se cruzó con el repartidor dos días más tarde.

Para que sus familiares no pudieran ser rastreados por la Policía, se inventó que había caminado cuatro días por la montaña y, pese a saber dónde se hallaba, fingió estar perdido en la comuna francesa de Quillan.

Batty reside ahora en la ciudad inglesa de Oldham, cerca de Manchester, con su abuela Susan, quien se ha convertido en su tutora hasta que cumpla la mayoría de edad en dos meses, según The Sun.