Suplantación de identidad, un delito en alza. | PIXABAY

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Agentes de la Red ENFAST han detenido en el Aeropuerto Internacional Charles de Gaulle de París (Francia) a un fugitivo reclamado por España, Estados Unidos y Panamá como líder de una organización criminal especializada en estafas telefónicas con las que habría conseguido en un año cerca de cinco millones de euros.

Sobre el fugitivo arrestado constaban tres órdenes internacionales de detención por los delitos de blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal y estafa dictadas por las autoridades estadounidenses, panameñas y españolas.

La Policía Nacional ha comunicado este viernes que el prófugo estaba considerado líder de una red internacional dedicada a cometer fraudes mediante 'vishing'. Desde al menos 2021 usaban tarjetas e identidades falsas para estafar a ciudadanos y empresas de nacionalidad estadounidense. Así lograban «ilícitamente un beneficio económico elevado, eludiendo el pago de impuestos y blanqueo de capital».

El arresto llega tras una investigación iniciada a principios del mes de marzo de 2023, cuando la Oficina Interpol trasladó a los agentes de la Policía Nacional la solicitud de colaboración en la localización del fugitivo, que buscaban Panamá y Estado Unidos.

El 'vishing' es una estafa cometida por teléfono en la que, a través de una llamada, se suplanta la identidad de una empresa, organización o persona de confianza, con el fin de obtener información personal y sensible de la víctima, en este caso siempre de empresas y ciudadanos estadounidenses, ha explicado la Policía.

Concretamente, el detenido recibía y movía el dinero de las estafas mediante una red de cuentas bancarias abiertas por mulas, con colaboración de otros miembros de la organización.

El dinero, cuando entraba en cuentas españolas, era convertido en criptoactivos, extraído en cajeros automáticos, invertidos en compra o enviado a cuentas de terceros como Gran Bretaña, Panamá o Lituania, a empresas creadas en estos países por varios miembros.
La Policía ha recalcado que tanto el fugitivo como miembros de su organización eran conocidos por las autoridades españolas, ya que habían sido detenidos con anterioridad por los hechos descritos.

Puesto que existía la posibilidad de que estuviera en España, los agentes trataron sin éxito de dar con su paradero, «con la dificultad añadida de no disponer el reclamado de un lugar fijo de residencia, ya que cambiaba de viviendas de alquiler y de vehículos asiduamente, utilizando el nombre de terceras personas para no constar en ningún registro o base de datos». Así pues, se formó un equipo de investigación conjunto entre la Sección de Localización de Fugitivos y el Servicio Secreto de EEUU para unificar informaciones y coordinar la investigación.

Los agentes descubrieron que el reclamado tenía contacto con miembros de la organización en España y con personas de su familia, así que realizaron un seguimiento sobre su entorno y pudieron averiguar que el fugitivo donde se encontraba era en Francia.

Sospechando que podría darse un encuentro entre el fugitivo y algún familiar durante las fechas navideñas, se activó la Red Europea de Equipos de Búsqueda Activa de Fugitivos, lo que permitió que agentes policiales localizaran y detuvieran al prófugo en el aeropuerto parisino mientras se reunía con su madre.