Vecinos junto a un coche dañado por un ataque aéreo en la región fronteriza. | Reuters

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Las autoridades de la región rusa de Bélgorod, fronteriza con Ucrania, restringieron a partir de este miércoles el acceso a varias localidades debido a los ataques ucranianos, que se han intensificado en los últimos días. La medida fue anunciada por el gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, en un mensaje televisivo a la población. Las restricciones de acceso afectan a las localidades de Kozinka.

Gora-Podol, Glótovo, Gráivoron, Novostróyevka-Piérvaya, Novostróyevka-Vtoraya y Bezimeno, todas ellas situadas a entre dos y seis kilómetros de la frontera ucraniana. El gobernador explicó que desde este miércoles efectivos de la policía, la Guardia Nacional, la Guardia Fronteriza y representantes de las administraciones locales se encargarán de autorizar las visitas a esas localidades.

Este martes, Gladkov anunció que se planean evacuar a cerca de 9.000 niños a lugares seguros, en otras regiones del país. Según el gobernador, la semana pasada 16 habitantes de la región de Bélgorod murieron y 98 resultaron heridos a consecuencias de los ataques ucranianos. El Ministerio de Defensa de Rusia lleva varios días informando a diario del derribo de drones y misiles en Bélgorod y otras regiones fronterizas con Ucrania.

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Al mismo tiempo el presidente ruso, Vladímir Putin, ha llamado al Servicio Federal de Seguridad (FSB) a perseguir sin tregua a los «traidores» rusos que combaten del lado ucraniano y han participado en las incursiones fronterizas en las regiones de Bélgorod y Kursk. «Cuando me refiero a estos traidores pido que no olvidemos quiénes son, que los identifiquemos a cada uno por su nombre, como siempre hemos hecho a lo largo de la historia del país».

«Los castigaremos, no habrá plazo de prescripción, estén donde estén», afirmó, durante una reunión con la plana mayor del FSB. Además, señaló que «los amos (de los rusos que atacan las regiones fronterizas) no sienten compasión alguna por ellos: los lanzan al matadero como carne de cañón». «Se lo tienen bien merecido», acotó en una reunión transmitida por la televisión pública. Putin se remitió a la figura del general soviético Andréi Vlásov que se pasó a las filas de la Alemania nazi tras ser capturado y encabezó el llamado Ejército Ruso de Liberación, que combatió contra el Ejército Rojo en Ucrania.

Tras la derrota del Ejército Ruso de Liberación, Vlásov y varios miles de soldados de esta formación fueron detenidos por las fuerzas estadounidenses, que los transfirieron a la Unión Soviética, donde el general y muchos de ellos fueron ejecutados sumariamente. «Recordamos qué hacían los soldados de Vlásov en los territorios soviéticos y a estos (los que combaten del lado ucraniano) jamás les perdonaremos», alertó el presidente ruso. No es la primera vez que se refiere al tema. El pasado 17 de marzo, tras su victoria electoral, dijo: «En aquella época esos traidores y bastardos combatieron del lado de los nazis, y ahora hay gente parecida que luchan del lado de los neonazis, del régimen neonazi» ucraniano.

Citó en concreto al Cuerpo de Voluntarios de Rusia, declarada terrorista por las autoridades rusas, que cuenta con cerca de 2.500 combatientes. «Vinieron con las armas a luchar contra su país, contra su patria. No tenemos pena de muerte, pero nuestra actitud respecto a esta gente, ahora y en el futuro, será la de considerar que están en zona de combate, que están armados», afirmó. En ese sentido, ordenó al FBS dedicar especial atención al asunto «para que nadie más se atreva». Adelantó que dará a los servicios especiales y de inteligencia la instrucción de «identificar por sus nombres a todos y cada uno de ellos, y tomar las medidas correspondientes contra estas personas que combaten contra Rusia con armas en mano».