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La primera ministra Giorgia Meloni testificará en julio por una demanda que interpuso contra dos hombres involucrados en la creación de vídeos pornográficos falsos que utilizaban su imagen superponiéndola a la de otras personas. Los acusados son un varón de 40 años y su padre de 73.

Los videos porno deepfake fueron subidos a una web estadounidense en 2020 y acumularon millones de visitas, según la acusación y tal y como ya informó entonces la BBC .

El juicio se celebrará el 2 de julio en Cerdeña ante el tribunal de Sassari y la política pide una indemnización de 100.000 euros en concepto de daños y perjuicios que, en el caso de ganar, donará a un fondo de apoyo a las mujeres víctimas de violencia doméstica, según ha avanzado Político.

Un deepfake es una serie de imágenes o vídeos manipulados digitalmente para solapar el rostro de una persona a otro cuerpo que no le pertenece. Por este tipo de casos, el país italiano anunció hace unas semanas que presentará una legislación para regular la utilización de la inteligencia artificial a finales de marzo.

En la Ley de IA de la UE, que el Parlamento Europeo aprobó la semana pasada, se esclarece que los deepfakes no son ilegales, pero que los creadores de contenido deben ser "transparentes sobre el origen de los recursos". Por ello, la UE ha exigido que las grandes plataformas tecnológicas, incluidas TikTok, X y Facebook, identifiquen el contenido generado por inteligencia artificial.