Estrasburgo. Protestas de los sindicatos frente a la Cámara

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OTR-Press Estrasburgo
El Parlamento Europeo ha votado en contra de que la jornada laboral se amplíe a más de 48 horas a la semana. Ayer miércoles se votaba la modificación de una directiva europea para ampliar este tope hasta 65 horas semanales pero finalmente el Parlamento Europeo rechazó esta ampliación. La Eurocámara exigió además que se considere tiempo de trabajo la totalidad del tiempo de guardia, incluido el periodo inactivo, algo que tiene un efecto directo en cientos de miles de profesionales sanitarios en toda la Unión, que temían por un serio deterioro de sus condiciones de trabajo. El voto de la Eurocámara abre ahora un nuevo periodo de negociación de 90 días (denominado 'conciliación') entre el Parlamento y el Consejo al cabo del cual, si no hay acuerdo, decae el texto y empieza un nuevo proceso negociador que puede durar varios años.

El Parlamento Europeo bloqueó ayer la norma que permite ampliar la jornada laboral máxima a 65 horas semanales, que fue aprobada por los ministros de Trabajo de los 27 el pasado mes de junio con el voto en contra de España. Los eurodiputados aprobaron por mayoría absoluta una serie de enmiendas que exigen que en un plazo máximo de 3 años se supriman todas las excepciones ('opt out') a la jornada laboral de 48 horas semanales.

La Cámara Europea afrontaba dividido la votación de la norma que permitiría ampliar la jornada laboral máxima a 65 horas semanales desde las 48 actuales. El reparto de fuerzas estaba tan ajustado que resultaba difícil pronosticar si los eurodiputados bloquearían esta directiva o si darían su visto bueno definitivo.

Finalmente las enmiendas fundamentales recibieron un respaldo muy superior a la mayoría absoluta de 393 votos que era necesarios para que salieran adelante. La mayoría obtuvieron más de 500 votos. Ello significa que, además de socialistas y grupos de izquierda, fueron apoyadas por muchos eurodiputados del Partido Popular Europeo, incluidos los españoles.

La Eurocámara exigió además que se considere tiempo de trabajo la totalidad del tiempo de guardia, incluido el periodo inactivo. Esto cuestiona también el acuerdo alcanzado por los Veintisiete, según el cual el periodo inactivo de la guardia (por ejemplo, cuando un médico duerme en un hospital) no debe considerarse como tiempo de trabajo a menos que la legislación nacional, un convenio colectivo o un acuerdo entre interlocutores sociales disponga lo contrario.

Queda así despejada la incertidumbre de cientos de miles de profesionales sanitarios de toda la UE que se movilizaron a principios de esta semana por el temor de que la revisión de la directiva se aprobase y abriera la puerta a un deterioro en sus condiciones de trabajo.

Sindicatos y profesión médica, satisfechos
UGT, CCOO y los sindicatos médicos y estudiantes de medicina han recibido con satisfacción la decisión del Parlamento Europeo (PE) de bloquear la norma que pretendía elevar de 48 a 65 las horas de trabajo semanal. Pero no todo han sido alegrías. La patronal europea ha lamentado este rechazo por parte de la Eurocámara porque priva a las empresas de la "flexibilidad que necesitan sobre el tiempo de trabajo" y porque impedirá, a los trabajadores que lo deseen, "ganar más trabajando más".

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, alabó la decisión de frenar "el atropello absurdo" que suponía la directiva de 65 horas para el Estado del Bienestar y el derecho a una jornada laboral digna.