Mullen. Anunció ayer el aumento de las tropas

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Otr-Press Kabul/Madrid
En los próximos seis meses, el número de tropas que Estados Unidos mantiene en Afganistán podría pasar de 31.000 soldados a entre 50.000 y 60.000 militares. Así lo anunció ayer el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, en línea con lo que ya ha repetido en múltiples ocasiones el presidente electo de EE.UU. Barack Obama, partidario de iniciar una retirada progresiva de Irak y centrar los esfuerzos en el país asiático. "Las fuerzas disponibles están directamente relacionadas con las de Iraq", señaló a este respecto el jefe del Estado Mayor Conjunto.

En los planes de Washington ya estaba enviar tropas de refuerzo a Afganistán en los próximos meses: 3.000 soldados más en enero y otros 2.800 hacia la primavera, que vendrían a apoyar a los 31.000 militares que hoy por hoy EE.UU. mantiene sobre el terreno. Sin embargo, en consonancia con la idea del nuevo presidente estadounidense de centrar los esfuerzos en el país asiático, algunas fuentes gubernamentales ya habían apuntado la posibilidad de que esos números se incrementaran hasta 20.000 en los próximos 12 o 18 meses, una vez lo aprobara la Administración de Obama.

"Entre 20.000 y 30.000 es el marco del incremento total desde donde estamos ahora mismo. No tengo el número exacto", anunció ayer el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, en una rueda de prensa en Kabul, la capital afgana. Aunque el mando militar dijo que todavía no están claras las fechas en las que se llevará a cabo el despliegue, pero añadió que se planea enviar el contingente de refuerzo "en primavera" y, en cualquier caso, nunca "más tarde del verano", coincidiendo con las fechas en los que los talibán retoman sus ofensivas con la llegada del buen tiempo a Afganistán.

El general David McKiernan, comandante de las fuerzas internacionales desplegadas en el país asiático, ya ha solicitado en diversas ocasiones un esfuerzo extra para combatir a la insurgencia talibán al Este y al Sur de Afganistán, igual que también lo ha hecho la OTAN a los socios que participan en la misión, entre ellos, España.

Los primeros 3.000 soldados que se enviarán a principios del año que viene se desplegarán fundamentalmente al Sur del país, donde actualmente operan tropas británicas, holandesas y canadienses muy castigadas por los ataques de los talibán. "Ahí es donde se libran las batallas más duras", aseguró Mullen durante la rueda de prensa, en la que consideró que cuando las nuevas tropas sean desplegadas en esas regiones del país "la violencia irá en aumento". "La lucha será más dura", añadió el jefe del Estado Mayor Conjunto.