Bilbao. El edificios que alberga a EiTB y otros medios de prensa quedó seriamente dañado por los mil kilos de explosivos

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OTR-Press Bilbao
La banda terrorista ETA decidió despedir el año 2008 con un ataque directo a la libertad de expresión, en forma de coche bomba con cien kilos de explosivos colocado frente a la sede bilbaína de la radiotelevisión pública vasca, un edificio que también alberga numerosos medios de comunicación, como delaciones de El Mundo, Deia, Marca, Antena 3, Expansión y Onda Cero. Los terroristas avisaron esta vez con tiempo suficiente de que la Ertzaintza desalojara el edificio objetivo del atentado así como numerosas viviendas en las proximidades, pero los daños materiales fueron muy cuantiosos. Las imágenes de la explosión ofrecidas en televisión mostraron como centenares de ventanas del edificio de oficinas revientan en pedazos tras la deflagración.

El atentado se produjo en una zona ubicada junto al campo de fútbol de San Mamés, donde confluyen la estación de Termibús, la de Renfe, la del Metro y la del Tranvía, especialmente concurridas en estas fechas navideñas. Todas las instalaciones tuvieron que ser desalojadas y la Ertzaintza acordonó la zona en un perímetro de 100 metros.

A las diez de la mañana, los bomberos de Bilbao recibieron una llamada anónima de un comunicante que, en nombre de ETA, les avisó de que habían colocado explosivos ante las instalaciones de EiTB en Bilbao, que estallarían a las once de la mañana. La llamada fue realizada desde un número móvil personal.

Antes de las diez y media de la mañana, los agentes localizaron atada a un árbol a una persona en un monte de la localidad vizcaína de Arrigorriaga, muy cercano a la capital vizcaína. Esta había sido asaltada a punta de pistola por los terroristas, que le robaron la furgoneta, una Citroën Jumpy, matriculada en Bilbao, y que fue utilizada para atentar contra EiTB. Antes, los terroristas de ETA habían intentado robar otro coche en Bilbao, sin éxito, ya que éste se dio a la fuga antes de que éstos le retuvieran.

La furgoneta bomba estalló a las 11.05 horas y la explosión provocó numerosos daños materiales, aunque no personales. Tan sólo un trabajador de Antena 3 sufrió molestias en los oídos por la deflagración.

Compromiso con la libertad
Tras el aparatoso ataque con cien kilos de explosivos contra su sede bilbaína, el director de ETB, Bingen Zupiria, advirtió de que, pese al ataque recibido por parte de ETA el ente público "mantendrá su compromiso" con "la libertad de información, la vida y la pluralidad". En declaraciones realizadas en el mismo lugar del atentado, el responsable de la televisión pública vasca agradeció las muestras de solidaridad recibidas. Además, indicó que es "evidente" que "la organización violenta que existe en nuestro país, ETA" ha querido "dejar sin voz" a un grupo de comunicación público.