Operación plomo fundido. Soldados israelíes avanzan hacia Gaza de madrugada

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Otr-Press Gaza/Tel Aviv
Duros enfrentamientos entre el Tsahal (Ejército israelí) y milicianos de Hamas en la Franja de Gaza después de que en la madrugada del domingo (hora española) tropas a pie y tanques penetraran en territorio palestino. Los efectivos hebreos han cortado en dos la Franja, aislando la parte Sur del territorio cortando cualquier acceso a la ciudad de Gaza, en estado de sitio desde ayer. Mientras, el presidente israelí, Shimon Peres, rechazó cualquier tregua en la 'operación Plomo Fundido', porque, a su juicio, Hamas necesita "una verdadera lección".

A la ofensiva terrestre del Tsahal se unen los bombardeos de la aviación y de barcos de guerra hebreos sobre la Franja de Gaza, cuyos hospitales están colapsados y sin recursos para atender a los cerca de 3.000 heridos que ha provocado el ataque que inició Israel el pasado 27 de diciembre. Al menos 40 palestinos, la mayoría civiles, fallecieron durante el día de ayer, según fuentes médicas palestinas, que cifran en 507 el número de víctimas que se ha cobrado la ofensiva israelí. Tel Aviv asegura, por su parte, que la mayor parte de las bajas son milicianos de Hamas.

El Tsahal ha dividido la Franja en dos a la altura de la localidad de Metzarin, al Sur de la ciudad de Gaza, sitiada por el Ejército. De momento, Israel sólo admite una baja entre sus tropas, el sargento Dvir Emmanueloff, de 22 años, según informaciones del diario hebreo 'Haaretz' recogidas por otr/press, y hasta 30 soldados heridos de diversa consideración, dos de ellos de carácter grave. Hamas, por su parte, asegura haber matado a al menos cinco militares y, en la mañana de ayer, informó de la captura de otros dos soldados, informaciones desmentidas rotundamente por parte del Gobierno israelí.

El todavía primer ministro israelí, Ehud Olmert, convocó ayer una reunión de su Consejo de Ministros para analizar la situación de la 'operación Plomo Fundido'. Antes de esta reunión, en rueda de prensa, el jefe de Gobierno -que presentó su dimisión pero mantiene el cargo ante la imposibilidad de Tzipi Livni de formar gobierno- se dirigió a las madres de los soldados que luchan en la Franja para garantizar que la invasión era "una operación inevitable". "El Gobierno lo hizo todo antes de decidir lanzar una operación", aseguró Olmert, cuya imagen sigue emponzoñada por el fracaso de la invasión del Sur de Líbano que ordenó en 2006.

Por su parte, el presidente israelí, Shimon Peres, rechazó ayer cualquier tipo de tregua en la ofensiva, tal y como le reclama la comunidad internacional. "No intentamos ni ocupar Gaza ni aplastar a Hamas, pero sí aplastar el terror. Y Hamas necesita una verdadera y seria lección. Ahora la están consiguiendo", aseveró Peres en una entrevista a la 'ABC'.

Silencio de Naciones Unidas
La oposición de EEUU impidió ayer que los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU fueran capaces de consensuar una declaración en la que se pidiera el alto el fuego inmediato en Gaza y el sur de Israel. "Como presidente del Consejo tengo que decir que no hubo acuerdo entre los miembros tras la larga sesión de consultas mantenida, aunque sí hubo fuertes convergencias para instar a un alto el fuego inmediato, permanente y plenamente respetado", anunció el embajador de Francia ante la ONU.