Catedral de Washington. Obama, Biden, Clinton y sus esposas cantan el himno nacional en un servicio religioso

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Otr-press Washington
Pocas horas después de jurar su cargo, el recién nombrado presidente de EEUU, Barack Obama, ordenó a los fiscales militares de Guantánamo que insten al cese de los tribunales de crímenes de guerra durante un plazo de 120 días. Durante la campaña, Obama repitió en numerosas ocasiones que el centro penitenciario para sospechosos de terrorismo debía ser clausuarado lo antes posible, aunque en las semanas previas a la jura de su cargo ya vio que no sería tan fácil como pensaba. Por otro lado, el presidente ya ha iniciado las reuniones con el secretario de Defensa, Robert Gates, y el jefe del Estado Mayor, Mike Mullen, para estudiar la posibilidad de acelerar la retirada de las tropas estadounidenses desplegadas en Iraq, otro de los principales objetivos que se marcó durante la campaña.

"Los jueces recibirán la petición y la estudiarán, nosotros anticipamos una pronta decisión", manifestó el portavoz del Departamento de Defensa, Jeffrey Gordon. Así pues, se espera que los jueces ordenen el cese temporal de los 21 casos pendientes de la base naval en la bahía de Guantánamo, según informó un oficial relacionado con los juicios. "Con el objetivo de dar tiempo al recién nombrado presidente y su administración para que revise las comisiones militares, el secretario de Defensa busca, por orden del presidente, congelar los casos pendientes durante 120 días", declaró el fiscal Clay Trivett en una nota remitida a los jueces implicados.

Esta nueva medida de congelar los procesos judiciales hasta el 20 de mayo otorgaría más tiempo a la nueva administración para evaluar los casos y decidir su condena. Obama ya había dicho en numerosas ocasiones que el centro penitenciario para sospechosos de terrorismo, que se ha convertido en un símbolo mundial de los abusos cometidos contra los detenidos por parte de EEUU, tiene que ser cerrado lo antes posible, asegurando que lo lograría en su primera jornada de mandato. Sin embargo, en las semanas previas a su investidura comprobó que no sería tan fácil, aunque con las medidas tomadas pone freno a las condenas de pena de muerte contra cinco prisioneros del centro penitenciario, entre ellos, Jalid Sheikh Mohammed, acusado de ser el 'cerebro' de los atentados contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.

Por su parte, activistas defensores de Derechos Humanos y abogados de defensa militar han instado al demócrata a que congele los tribunales especiales conocidos formalmente como comisiones militares y a juzgar los casos en tribunales regulares bajo las leyes que se aplican a todos los estadounidenses por igual. Unos 245 presos permanecen retenidos en la prisión desde que la abrió la administración de Bush, en enero de 2002. El equipo de Bush intentó condenar por crímenes de guerra a 80 prisioneros, aunque sólo completó tres casos.

Por otro lado, el nuevo mandatario aprovecha su primer día como jefe de Estado para empezar a discutir con el secretario de Defensa, Robert Gates, y con el Jefe del Estado Mayor, Mike Mullen, la posibilidad de acelerar la retirada de las tropas estadounidenses de Iraq.

Geithner promete reformar el plan de rescate bancario
Timothy Geithner, el candidato a secretario del Tesoro de EEUU, prometió ayer reformar el programa de rescate financiero por 700.000 millones de dólares, al tiempo que instó al Congreso a aprobar un paquete potente de estímulo económico.
Como presidente del banco de la Reserva Federal de Nueva York, Geithner fue uno de los gestores principales del programa financiero, pero en una comparecencia ayer ante el Senado admitió la validez de las críticas al uso del dinero.

"Tenemos que reformar este programa de manera fundamental para garantizar que hay suficiente crédito disponible para sostener la recuperación", dijo ante el Comité de Finanzas de la Cámara alta, que debe aprobar su nombramiento.

El Gobierno de George W. Bush destinó 350.000 millones de dólares de ese fondo a inyectar capital en los bancos y para sostener a la industria del motor, pero ha sido criticado por la falta de transparencia y porque las entidades financieras han utilizado el dinero para aumentar sus reservas en lugar de prestar más.

Geithner prometió que, si es confirmado como secretario del Tesoro, empleará los 350.000 millones de dólares que quedan en el fondo para ampliar el crédito para los consumidores, los propietarios de viviendas y las empresas, pero no dio detalles de cómo lo hará.
Barack Obama ha comenzado su mandato sin un timonel económico debido a la revelación de que Geithner no pagó parte de sus impuestos durante cuatro años, lo que ha retrasado su confirmación en el Comité de Finanzas y el pleno del Senado.
Está previsto que el Comité le dé mañana el visto bueno pese a esa irregularidad. En la audiencia de hoy el republicano Pat Roberts llegó a decirle: "Usted será confirmado" en el puesto.