Ayuntamiento. Acata pero no comparte el informe. - Archivo

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El alcalde de Torrejón de Ardoz, Pedro Rollán, anunció ayer la retirada de las normas de empadronamiento vigentes desde octubre de 2008 tras conocer un informe de la Abogacía del Estado en el que se indica la ilegalidad de dichos requisitos. Aún así, Rollán aseguró que seguirá trabajando para evitar los hacinamientos y los 'pisos patera' en la ciudad y pidió al Gobierno que aclare la ley sobre este tema, señalando si se debe o no empadronar a los extranjeros que vienen como turistas.

En rueda de prensa, Rollán especificó que se elimina el requisito de que para ser empadronado en Torrejón todo extranjero no debe contar con visado de turista, al tiempo que desaparece la limitación de que todo vecino cuente con al menos 20 metros cuadrados en la vivienda, cuando no haya grado de parentesco.

"Desde el Ayuntamiento se acata el informe de la Abogacía del Estado pero sí queremos dejar claro que Torrejón de Ardoz no es un municipio xenófobo", indicó. "El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, aunque no lo comparte, acata el dictamen del Gobierno de España de empadronar a todos los inmigrantes al margen del número de personas que puedan estar hacinadas en una vivienda", señaló.

El comunicado dado a conocer por el alcalde señala además que seguirá trabajando para evitar los hacinamientos y los 'pisos patera' en la ciudad, pero exige que se respete la normalidad y la convivencia en la ciudad sin dañar su imagen. El Consistorio subraya que en sólo 7 años la inmigración se desbordó en Torrejón de Ardoz subiendo hasta el 20 por ciento de su población. Así, del año 2000 al 2007 creció del 3 al 20 por ciento pasando de tener 3.273 inmigrantes en el año 2000 a 23.528 en junio de 2007, alcanzando el tope de 26.037 en septiembre de 2008.

Con ello, apunta que Torrejón se convirtió en la ciudad de más de 100.000 habitantes de la Comunidad de Madrid con el mayor porcentaje de inmigrantes creándose situaciones de hacinamiento al vivir más de 20 personas en condiciones infrahumanas en pequeños pisos, dándose el fenómeno de "pisos pateras" y "camas calientes" , lo que generó problemas de convivencia en las comunidades.