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El presidente de AENA, Juan Ignacio Lema, anunció ayer que se dan por "rotas" las negociaciones con los controladores aéreos para llegar a algún tipo de acuerdo en la elaboración de un nuevo convenio.
Lema indicó en rueda de prensa: "no tenemos más remedio que darlas por rotas ante el bloqueo que ha realizado el sindicato de controladores en las conversaciones que estamos manteniendo desde el 11 de enero".
Para el presidente de AENA, "nos hemos encontrado con una estrategia por parte de los controladores de prolongar las negociaciones para llegar al 31 de marzo, fecha final de la validez del convenio, para imponer sus condiciones, que son inaceptables".

A su juicio, "han negociado con mala fe", y eso es algo "que no podemos aceptar", y menos después de haber "leído que están dispuestos a colapsar el tráfico aéreo en Semana Santa".

El planteamiento de AENA es conseguir, a través de la firma de un nuevo convenio, situar los gastos al nivel de los cinco grandes países de Europa, reducir estos gastos y poder distribuir el trabajo, algo "que está en manos de los controladores". Según Lema, el colectivo de controladores ha presentado recientemente dos propuestas por escrito que "no podemos aceptar" y explicó que una de ellas consistía en aumentar la masa salarial, "en contra de nuestros objetivos de reducirla". Así, la petición de los controladores estaba en pasar de los 780 millones de euros de masa salarial para 2009 a 820 millones en el 2010, 840 en 2011 y 910 en 2012, "totalmente en contra de lo que AENA quiere".

Ruptura unilateral
Por su parte, la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) acusó a la dirección del AENA de haber roto "de manera unilateral" las negociaciones que se estaban produciendo "en cauces formales". Según el secretario de comunicación del sindicato, Rafael López, las negociaciones se rompieron a las nueve de la noche de ayer "por imposición externa", una actitud que el colectivo dice no comprender, ya que estaba convocada una reunión para el próximo jueves.

López aseguró que los controladores de USCA están dispuestos a seguir con las negociaciones y a retomarlas en cuanto sean requeridos para ello, y acusó a AENA y al Ministerio de Fomento de construir una campaña política "para escenificar un conflicto que no existe", negando la existencia de "medidas de presión" por parte del colectivo, como una huelga "que no existe ni va a existir".