Comida. Un grupo de personas esperan recibir alimentos en Constitución - Reuters

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Las víctimas fatales por el terremoto que azotó el pasado sábado a la zona centro y sur de Chile aumentaron a 795, informó ayer la presidenta Michelle Bachelet. La mandataria entregó la nueva cifra durante una visita a la ciudad de Curicó, a 201 kilómetros al sur de Santiago, en la región del Maule, poco después de que la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), cifrara en 763 la cantidad de muertos.

"Tenemos una actualización (de la Onemi), con un dato que me dio el intendente (gobernador del Maule, Fernando Coloma). Nosotros en este momento nos estamos acercando a los 800 fallecidos, en Maule me acaban de informar que subió en 32 más la cifra, estamos en 586", informó la Mandataria.

"Sin duda que ésta es la región que ha tenido la devastación mayor como consecuencia de este terremoto" y reconoció que "sabemos que las cifras van a aumentar, así que estamos trabajando", añadió la mandataria.

Tras el Maule, la mayor cantidad de muertos está en Bío Bío, con 92; 48 muertos en la región de O'Higgins; 18 en la de Valparaíso y 13 víctimas fatales en la región de La Araucanía, mientras en Santiago los casos mortales suman 38.

Ayer, por primera vez, se entregó una cifra de heridos, que suman 500, de los que un centenar están graves, según el ministro de Salud, Álvaro Erazo, mientras los damnificados se mantienen en dos millones.

Vandalismo
El gobierno chileno aumentó el despliegue militar para frenar el vandalismo desatado tras el terremoto del pasado sábado en algunas localidades afectadas, mientras la ayuda a los damnificados ha comenzado a fluir.

Tras reunirse con jefes militares y policiales, Bachelet, advirtió ayer que ambos estamentos "actuarán con toda la severidad necesaria", para frenar los saqueos y el pillaje. "Sabemos que hay acciones de pequeños grupos que están provocando enormes daños materiales y humanos" dijo la mandataria, que aseguró que el gobierno "va a cortar de raíz los desmanes" y advirtió que "quienes no entiendan eso, que se atengan a las consecuencias".

Informó además del envío a las regiones del Maule y Biobío de 11.850 soldados, 2.131 marinos, 50 aeronaves para establecer un puente aéreo, dos fragatas y una barcaza.
Bachelet, que ha recibido críticas del presidente electo, Sebastián Piñera, de alcaldes y otras autoridades locales por no haber enviado antes a los militares, reconoció también que es necesario "ir mejorando la efectividad de las tareas de control del orden público" en aquellas zonas.

En ese marco, el toque de queda impuesto en la provincia de Concepción para frenar los saqueos y desmanes se extenderá por 18 horas desde las 18horas de ayer (21:00 GMT) hasta el mediodía del hoy.