CENIZAS. Son altamente abrasivas y pueden colapsar los motores - Reuters

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El espacio aéreo del norte de Europa quedó prácticamente cerrado ayer, lo que obligó a cancelar numerosos vuelos y dejó a miles de pasajeros en tierra debido a la ceniza de un volcán en erupción en Islandia.

Las restricciones afectaron a una cuarta parte de todo el tráfico aéreo europeo, según datos de la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol).
Noruega, Reino Unido, Irlanda y Dinamarca cerraron su espacio aéreo salvo para casos de emergencia, mientras que las autoridades suecas tenían previsto hacerlo a las 20.00 GMT.
Francia tenia previsto cerrar a lo largo del día de ayer 24 de sus aeropuertos de la mitad norte del país, entre ellos los tres de París, Roissy-Charles de Gaulle, Orly y Le Bourget.
Por su parte, el Servicio de Control del Tráfico Aéreo Nacional (NATS) del Reino Unido anunció que "al menos" hasta las 12.00 horas GMT de hoy estará cerrado el espacio aéreo británico, con la excepción de los vuelos de emergencia.

Una portavoz del NATS manifestó que "nadie recuerda otro momento antes en el que el espacio aéreo haya estado cerrado en el Reino Unido", ni siquiera durante los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, cuando se mantuvieron los vuelos.

Las cenizas volcánicas son altamente abrasivas y una nube de ellas puede llegar a colapsar los motores de un avión en vuelo al bloquear sus turbinas, explicó ayer a Efe el presidente del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial española, Luis Lacasa.

El cierre del espacio aéreo en el norte de Europa obligó a cancelar numerosos vuelos no solo en el continente sino en otras partes del mundo, como en Estados Unidos, y los expertos advierten que tendrá un elevado costo para las aerolíneas.

El operador de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) informó de que se han cancelado 497 vuelos entre España y el Reino Unido, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Finlandia y Suecia, 268 de ellos con salida desde aeropuertos españoles y el resto correspondientes a llegadas.

Miles de personas se quedaron varadas en aeropuertos europeos, entre los afectados figuran personalidades como el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, el príncipe Haakon de Noruega y el ministro de Exteriores sueco, Carl Bildt, así como miembros de la realeza europea que tenían previsto volar a Copenhague para acudir a los actos del septuagésimo cumpleaños de la reina Margarita II.