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El presiente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó ayer de "absoluta locura" y "despropósito descomunal" las especulaciones de que España pueda necesitar en un futuro ayuda de la UE, como Grecia, y exigió que se preste atención a los datos y a los hechos. En rueda de prensa en Bruselas, donde se entrevistó con los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, Zapatero denunció en concreto el rumor de que España podría necesitar hasta 280.000 millones de euros, que provocó ayer el desplome de la bolsa española.

Tras comprometerse a "combatir" ese tipo de especulaciones, aseguró que está tranquilo y tiene confianza en la "fortaleza y la solvencia de las cuentas publicas" españolas y en su capacidad de recuperación económica.

Zapatero reconoció que le habían comentado ese rumor y su respuesta fue sencilla: "no doy crédito, no doy crédito".

A su juicio, el hecho es "muy grave" y "sencillamente intolerable", porque puede causar un efecto inmediato en los mercados de valores e incrementar el diferencial de la deuda española respecto al bono alemán. "No podemos estar todo el día haciendo caso a las especulaciones, los pronósticos, las hipótesis, lo que puede pasar; tenemos que ir a los hechos y a los datos", subrayó Zapatero antes de recordar que la deuda española se mantiene veinte puntos por debajo de la media comunitaria.

Insinuó además que el primer trimestre puede arrojar datos positivos de crecimiento, que se conocerán en los próximos días, y recordó que han aumentado los ingresos.

En su opinión, "la confianza se produce con datos y hechos, no con opiniones, proyecciones o pronósticos" y frente a los movimientos que son fruto información coyuntural o insuficiente, lo importante, dijo, es que los indicadores oficiales "vayan avalando la recuperación y el crecimiento". Como ejemplo de las especulaciones, recordó que desde el inicio de la crisis se ha hablado del riesgo del sector financiero español, "uno de lo que mejor ha resistido", y denunció que ahora se vuelvan a escuchar opiniones "absolutamente infundadas y desproporcionadas" sobre el riesgo del sector inmobiliario para bancos y cajas.

No prestó atención al hecho de que los mercados más atacados pertenezcan a países con gobiernos socialistas, como sugirió un periodista, y subrayó en que "no se puede estar al albur de lo que pasa cada día en la bolsa".