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La crisis griega se agravó ayer con la muerte de tres personas durante las masivas manifestaciones celebradas en Atenas durante la huelga general convocada en el país contra las duras medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno. Las tres muertes se produjeron a raíz del incendio de una sucursal bancaria de la capital ateniense, posiblemente causado por un cóctel molotov, que también fue el origen de las lesiones de extrema gravedad que sufrió una cuarta persona, que se arrojó desde un balcón para huir de las llamas, según el portavoz policial Vangelis Falarás.

El ministerio de Sanidad informó de la hospitalización de cuatro heridos.

Los fallecidos son dos mujeres y un hombre, empleados de la filial bancaria Marfin Eganatia Bank de una céntrica calle adyacente a la plaza de Sintagma, que trataban de escapar del fuego y que se asfixiaron al refugiarse en una planta superior del edificio.

La noticia corrió como la pólvora entre los participantes en las protestas, lo que exacerbó aún más los ánimos, como pudo comprobar Efe en los alrededores de la Plaza de Sintagma, donde comenzaron a media mañana los choques entre los manifestantes y fuerzas de la Policía que vigilaban el edificio del Parlamento.

Las calles y avenidas del centro de la capital griega fueron ayer escenario de altercados protagonizados por una población iracunda por el draconiano plan de recortes anunciado por el Gobierno del primer ministro heleno, Yorgos Papandréu.

El líder socialista fue al Parlamento, donde condenó los violentos sucesos y las muerte de los tres trabajadores: "La violencia lleva a la violencia", declaró consternado por lo que calificó de "tragedia" y "asesinato". "Es necesario que todas las fuerzas políticas envíen un mensaje de responsabilidad política. Nadie tiene el derecho de jugar con la suerte de la patria y con las vidas de los ciudadanos. Nadie está libre de las responsabilidades", dijo Papandréu.

El presidente de la Cámara, Fílipos Pechálnikos, en declaraciones durante una sesión paralela a las protestas, pidió un minuto de silencio para honrar a los fallecidos.

En Atenas, los gases lacrimógenos lanzados por unidades antidisturbios se mezclaron con la humareda de contenedores incendiados, pero también ardieron automóviles y la sede de una oficina de inspección de Hacienda en Atenas.

El canal de televisión Ski informó de que en el conflictivo barrio de Exarhia grupos no identificados perpetraron actos de pillaje en tiendas.