Cameron. Recibió ayer en la Cámara de los Comunes a los diputados de su partidos - Reuters

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Liberaldemócratas y conservadores volverán a reunirse "en las próximas 24 horas" tras mantener ayer una larga sesión en la que acercaron posiciones con vistas a un pacto que convertiría al líder "tory", David Cameron, en primer ministro pese a no contar con la mayoría absoluta en los Comunes.

Los equipos negociadores de ambos grupos mantuvieron en un despacho gubernamental una intensa reunión de casi siete horas, calificada a su término de "muy productiva y muy positiva" por el principal negociador y portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Conservador, William Hague. El "segundo" del grupo "tory" señaló que una parte central de "un acuerdo será la estabilidad económica y la reducción del déficit", pero no incluyó, sin embargo, en ese punto la reclamación principal de los liberales: la reforma del sistema electoral.

Significativamente tampoco la mencionó en su breve declaración a los periodistas el negociador liberal, Danny Alexander, pese a que la sustitución del actual sistema electoral de mayoría simple que propicia el bipartidismo y perjudica a los partidos pequeños por otro más representativo es para muchos liberales una "línea roja".

Mientras "tories" y liberaldemócratas discutían los detalles de un posible pacto, el líder laborista y todavía primer ministro, Gordon Brown, se reunía en Downing Street con su círculo más cercano: el ministro de Empresas, Peter Mandelson, el titular de Medioambiente, Ed Miliband, y la "segunda" del partido, Harriet Harman.

Brown fue visto salir un momento de su despacho oficial para dirigirse al cercano Foreign Office, donde, según se supo después, se reunió con el líder liberaldemócrata, Nick Clegg, como dando a entender de que, en caso de fracaso de las negociaciones de éste con los "tories", queda la opción del Partido Laborista.

Por su parte, el dirigente conservador, David Cameron, recibió en la Cámara de los Comunes a los diputados de su partido que quisieron hablar con él, tal vez intranquilos por las posibles concesiones que pudiera hacer su líder a los liberaldemócratas.
Anteriormente, Cameron había conversado por teléfono con Clegg después de que ambos políticos mantuvieran la noche del pasado sábado una reunión a solas, que el segundo calificó ayer de "muy productiva".