Yorkislack. Mujeres llorando en un campo de refugiados - Reuters

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La violencia étnica en Kirguizistán puede haber afectado a un millón de personas, dijeron ayer organismos humanitarios de la ONU, que ya están planificando sus operaciones de ayuda sobre la base de esa cifra de víctimas.

Un representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Giuseppe Annunziata, señaló que su institución está elaborando sus planes futuros de asistencia sanitaria en función de esa estimación.

"Se trata de cifras de planificación. Estamos preparándonos para lo que puede pasar en las próximas semanas", recalcó.

La presidenta interina de Kirguizistán, Rosa Otunbáyeva, visitó hoy la ciudad de Osh, donde el pasado día 11 estallaron choques étnicos que podrían haber dejado cerca de 2.000 muertos, y prometió que las autoridades harán todo por su pronta reconstrucción.

"Cueste lo que cueste, reconstruiremos Osh, para que la gente vuelva a sus hogares", dijo Otunbáyeva, citada por la agencia rusa Interfax, durante una visita a un hospital, donde departió con heridos en los enfrentamientos.

Aunque el Ministerio de Sanidad kirguís ha informado de 191 muertes confirmadas por la ola de violencia, la propia Otunbáyeva ha declarado que la cifra real es varias veces más elevada.