agresor. Una imagen del francotirador con su fusil automático - Reuters

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La Policía de Eslovaquia investiga la matanza de ocho personas a tiros, incluido el agresor, ocurrida ayer en un barrio periférico de Bratislava en medio de extrañas circunstancias.

La capital de Eslovaquia no recuerda un tiroteo con un balance tan elevado de víctimas.

En los últimos seis años ha habido en esta ciudad, situada a orillas del Danubio, ajustes de cuentas entre las mafias locales, y han perecido miembros de dichos grupos, pero una matanza de civiles como la de ayer no tenía precedentes.

El tiroteo, que ocurrió en torno a las 10 hora local, fue confirmado en rueda de prensa por Jaroslav Spisiak, presidente de la Jefatura General de Policía de la capital.

Spisiak aseguró también que las víctimas eran dos hombres y cinco mujeres.

El autor de la matanza era un hombre de cincuenta años que disparó con un fusil automático en un piso de un barrio periférico de la capital eslovaca, a cinco miembros de una familia, posiblemente de etnia romaní, "a una sexta persona que probablemente era otro familiar" y a una vecina, indicó Spisiak.

Inicialmente se atribuyó la matanza a un joven de 15 años, pero la edad del autor fue corregida posteriormente por fuentes policiales. El supuesto homicida "era de una persona de cincuenta años", confirmó, por su parte, a Efe, Denisa Baloghová, portavoz policial, quien se negó a confirmar o desmentir que las víctimas fueran de raza gitana.

Según el testimonio de uno de los testigos oculares, el agresor tenía pelo grisáceo, y llevaba auriculares contra el ruido.

"La policía intervino de manera dura y sin compromisos, para evitar una tragedia mayor", dijo en la misma rueda de prensa el ministro de Interior, Daniel Lipsic.

"Las medidas de la policía fueron adecuadas y correctas", según el ministro democristiano del Gobierno de coalición, encabezado por la conservadora Iveta Radicova, quien transmitió en un comunicado su pesar a las familias de las víctimas y de los heridos.