Hospital de Copiapó. Piñera y los mineros se ríen de la representación de su compañero Mario Sepúlveda sobre su encierro forzoso bajo tierra - Reuters

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Los 33 mineros rescatados tras pasar 70 días atrapados a 700 metros de profundidad por causa de un derrumbe en una mina se recuperaban ayer rápidamente en el hospital de la ciudad de Copiapó, donde hasta intercambiaron bromas con el presidente de Chile, Sebastián Piñera. Todo Chile celebró anoche el desenlace de la mayor operación de salvamento subterráneo de la historia."La mayoría de los mineros se han comportado muy bien desde el punto de vista médico", indicó ayer Jorge Montes, subdirector del hospital, en una rueda de prensa tras la primera noche de la mayoría de "los 33" fuera de la mina.

Montes señaló que incluso "dos o tres de ellos" podían ser dados de alta ayer mismo.
Los mineros, que son el centro de la atención informativa mundial por un rescate que parecía imposible y resultó "perfecto", según el calificativo más empleado, recibieron ayer en el hospital la visita del presidente Piñera, quien llegó a la mina San José el martes por la tarde y estuvo allí desde que emergió a la superficie el primer minero hasta que salió el último, el miércoles por la noche.

A la salida del hospital, Piñera dijo que pudo bromear con los rescatados –32 chilenos y un boliviano– y que también le contaron algunos detalles desconocidos de su vida en el fondo de la mina San José, que no quiso revelar.
El presidente se limitó a señalar que los 33 "demostraron mucho ingenio y mucha capacidad de trabajo en equipo".

Añadió que para tomar las decisiones colectivas "aplicaron un viejo y sabio principio, el principio de la democracia" y que "cada uno de ellos cumplió su papel".
Piñera dijo que invitó a los mineros al Palacio de la Moneda el próximo día 25 y que allí "los 33" jugarán un partido de fútbol contra un equipo de funcionarios gubernamentales, con unas especiales condiciones. "El equipo que gana se queda en La Moneda y el que pierde se queda en la mina", bromeó.
El mandatario descartó convertir en santuario el campamento "Esperanza", en las afueras de la mina San José, donde los familiares de los mineros esperaron su rescate durante 70 días.

"No va a ser un santuario, pero sí probablemente un memorial para recordar esta epopeya", dijo Piñera, que también consideró "un patrimonio que pertenece a los chilenos y a toda la humanidad" los elementos más simbólicos del episodio. Entre ellos, la hoja de papel con el mensaje escrito a mano "estamos bien en el refugio los 33" que el 22 de agosto confirmó que los mineros estaban vivos, y la cápsula "Fénix 2", que los izó a la superficie entre el martes y el miércoles.

En cuanto a la salud de los mineros, el subdirector del hospital de Copiapó dijo que están en tan buenas condiciones la mayoría que quizás no sea necesario cumplir con el plazo de 48 horas de internación que se estableció inicialmente.
"Se han acostumbrado bastante bien a la luz natural" y además "han soportado en forma notable el estrés", dijo el médico.
"No hay ningún minero que haya estado en shock y ninguno que haya querido irse del hospital", agregó Montes, quien precisó que los primeros en abandonar el establecimiento no serán necesariamente los primeros que llegaron.