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El Estado registró un déficit de 36.363 millones de euros entre enero y septiembre, el 3,45 por ciento del PIB, frente al saldo negativo de 62.781 millones registrado en el mismo periodo de 2009, lo que supone una reducción del 42,1 por ciento, según ha avanzado el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 132.498 millones de euros, un 2 por ciento menos, y de unos ingresos de 96.135 millones, un 32,7 por ciento más. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, asegura que la subida de los tipos del IVA ha aportado 630 millones de euros hasta la fecha.

El déficit del Estado cae hasta los 36.363 millones de euros por la subida del IVA. El aumento de dos puntos en julio disparó la recaudación por este impuesto un 57,1 por ciento. En términos de caja, una metodología contable que anota los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado, el déficit del Estado ascendió a 37.939 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente al saldo negativo de 62.800 millones registrado en el mismo periodo del año anterior.

Según Ocaña, de los datos se puede deducir que el cierre del año será "el previsto", ya que los gastos e ingresos evolucionan según lo estimado, sobre todo los ingresos impositivos. "Los datos confirman las previsiones de cierre", ha indicado Ocaña asegurando que se conforma con cerrar el ejercicio cumpliendo con los objetivos marcados. "Si hacemos eso como país, habremos hecho una gran cosa", afirmó.

Hasta septiembre, los ingresos no financieros ascendieron a 128.464 millones, lo que supone un incremento del 9,9 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior. Los ingresos impositivos, que representaron el 92 por ciento del total, crecieron por séptimo mes consecutivo (13,5 por ciento).

Según Ocaña, en esta evolución positiva han influido las medidas de consolidación fiscal, como la subida de IVA o la eliminación parcial de los 400 euros, que hasta la fecha han proporcionado unos ingresos de 4.000 millones, así como el descenso de las devoluciones y la mejora de la coyuntura económica.

Los impuestos directos generaron unos ingresos de 63.683 millones de euros, un 0,4 por ciento menos que en 2009, debido a la caída de la recaudación por el Impuesto de Sociedades. Los impuestos indirectos, en cambio, crecieron un 35,7 por ciento gracias al IVA. La recaudación de IRPF ascendió a 49.453 millones en los nueve primeros meses, un 5,6 por ciento más. Si se descontasen los recursos aportados por las medidas aprobadas, la recaudación caería en un 0,6 por ciento.