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El desertor de Al Qaeda Jabr al Faifi, antiguo preso de la prisión militar estadounidense de la bahía cubana de Guantánamo, fue la fuente que permitió desarticular la semana pasada el complot terrorista contra Estados Unidos orquestado a través del envío de paquetes bomba en aviones de mercancía, según informaron ayer fuentes oficiales británicas.

Dichas fuentes, consultadas por la cadena pública BBC, indicaron que Al Faifi se entregó a las autoridades de Arabia Saudí hace dos semanas, momento tras el cual habría confesado los planes terroristas de Al Qaeda en la Península Arábiga.

Fuentes norteamericanas indicaron que la alerta que permitió frenar el complot, aparentemente dirigido contra la comunidad judía en Chicago, había procedido de Arabia Saudí, al tiempo que, desde Washington, se dirigen las principales sospechas de los atentados frustrados a Ibrahim Hassan al Asiri, el máximo responsable de la fabricación de bombas de la red yemení de Al Qaeda.

Las autoridades yemeníes de aviación civil anunciaron ayer un refuerzo de la seguridad en sus aeropuertos, de tal forma que "cada pieza de mercancía o equipaje" sea analizado minuciosamente. Con este objetivo, piden mayores garantías de seguridad a empresas de mensajería como DHL, FedEx y UPS, según informa la cadena estadounidense CNN.

Los artefactos explosivos fueron detectados el pasado viernes en un avión de UPS en el aeropuerto británico de East Midlands, al norte de Londres, y en instalaciones de FedEx en Dubai. En ambos casos, los paquetes contenían pentrita, en concreto 300 y 400 gramos de este potente material.