Llamas. Judíos ultraortodoxos observan las llamas a lo lejos e intentan captar imágenes con un móvil - Reuters

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Al menos cuarenta personas fallecieron y decenas resultaron heridas en un incendio forestal que se declaró ayer en las inmediaciones de la ciudad de Haifa, en el norte de Israel, revelaron fuentes sanitarias israelíes. La Estrella de David Roja (equivalente a la Cruz Roja) anunció que las víctimas mortales quedaron atrapadas por las llamas cuando viajaban en un autobús, en su mayoría guardias de una prisión y miembros del dispositivo de emergencia.

"Hay muchas víctimas. Estamos hablando de unas 40 personas", refirió a los medios el ministro de Seguridad Interior, Yitzhak Aharonovitch. Agregó que se teme por la vida de varios desaparecidos entre los que figuran policías y guardias penitenciarios, y que la ciudad de Haifa no ha sido puesta en aviso porque no está en peligro. El incendio se mueve en dirección oeste.

El portavoz de la Estrella de David Roja Eli Bin declaró al Canal 10 de la televisión israelí que a última hora de la tarde habían sido identificados 22 cuerpos y confirmó que los servicios de socorro trabajan con la posibilidad de que personas desaparecidas puedan haber sido víctimas de las llamas. Entre los heridos, se teme por la vida de al menos tres, entre los que se cuentan responsables y miembros de los equipos dedicados a salvar vidas. Millares de personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares a causa del incendio, que se declaró al mediodía en el bosque Carmel y que ocho horas después había arrasado más de 600 hectáreas de terreno, en lo que los medios israelíes consideran ya el incendio más grave ocurrido en la historia del país. Iniciado en varios puntos y favorecido por rachas de viento de 30 kilómetros por hora y temperaturas en torno a los 30 grados centígrados, el fuego quemó gran parte del tendido eléctrico y obligó a cortar numerosas carreteras. Los bomberos y numerosos equipos de emergencia que colaboran en la extinción del incendio no habían logrado a primera hora de la noche controlar las llamas, cuya virulencia ha causado estragos en las áreas como el kibutz de Bet Oren, que según explicó un testigo a la radio pública israelí, "sencillamente ha desaparecido del mapa".

Ayuda internacional
Países como España, Chipre, Grecia o Bulgaria han confirmado el envío de aviones y equipos para colaborar en las labores de extinción, a las que han sido llamados servicios de bomberos de todo Israel. Varias poblaciones tuvieron que ser evacuadas, entre ellas el kibutz, un hotel, la Universidad de Haifa, una aldea drusa y una prisión con 500 presos.