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España cerró ayer con éxito su primera subasta de 2011 a cambio de elevar el interés de los bonos a 5 años un 27,5 por ciento, hasta niveles de julio de 2008, lo que provocó una alta demanda de los inversores, redujo la prima de riesgo a niveles de hace poco más de un mes, y propició una subida bursátil del 2,67 por ciento.

La revalorización de la Bolsa de Madrid, muy por encima de la del resto de plazas europeas, unido al alza del 5,42 por ciento del miércoles, elevó al selectivo IBEX 35 hasta los 10.370 puntos, marca que perdió hace dos meses y que le hace ganar en el acumulado del año un 5,19 por ciento.

En la misma semana en la que Grecia y Portugal conseguían financiarse en los mercados mayoristas con sus emisiones de deuda, 1.950 y 1.249 millones respectivamente, le tocaba el turno a España de medir la confianza de los inversores.

Con el terreno allanado por las subastas de los otros países europeos periféricos, que alejan el fantasma de próximos rescates, y con los mensajes de apoyo desde la Unión Europea de que España avanza en su consolidación fiscal y está acometiendo las reformas económicas, el Tesoro Público logró su objetivo.

La meta era colocar entre 2.000 y 3.000 millones, dando por hecho que el interés, y con ello el coste para el Estado, subiría. Así lo indicaba la negociación de los bonos a cinco años en el mercado secundario que, no obstante, se abarataron en las dos últimas sesiones, por lo que haber emitido a principios de semana hubiese sido más caro.

Al final, con el respaldo de los inversores que solicitaron más de 6.300 millones, el Tesoro adjudicó 2.999,8 millones a un interés del 4,59 por ciento.