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La luz y los alimentos, principalmente, hicieron que la inflación subiera tres décimas en enero hasta situar su tasa anual en el 3,3 por ciento, la más alta desde octubre de 2008, según el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC), que ayer publicó el INE por primera vez.

Si se confirma este dato el próximo 15 de febrero, el IPC registrará quince meses consecutivos de tasas interanuales positivas.

En la mayor inflación en enero ha influido notablemente el alza de la luz, cuya tarifa aprobada por el Gobierno supone un aumento de media del 9,8 por ciento. También hay que tener en cuenta el precio de los carburantes, ya que el precio medio del barril de petróleo Brent se situó en enero en 96,82 dólares, frente a los 77 dólares del mismo mes del pasado año.

Desde la oposición, la portavoz adjunta de Economía del PP, Fátima Báñez, afirmó que la subida "tan grande" de la inflación este mes, en una situación de "estancamiento" económico, ahoga más en la crisis a todos los españoles. Báñez atribuyó que los precios se hayan "disparado" al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "por su mala política de subida de impuestos y de tarifas como la eléctrica".

Por su parte, la analista de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) María Jesús Fernández indicó a EFE que el alza del IPC en enero coincide con sus previsiones y achacó ese incremento, sobre todo, a la evolución de los productos energéticos, a pesar de que su aumento será algo menor que el registrado en diciembre, cuando fue del 4,5 por ciento. A su juicio, la inflación seguirá subiendo en febrero y comenzará su descenso a partir de marzo, para caer por debajo del 3 por ciento en verano.

La bajada del IPC entonces será notable ya que las previsiones de FUNCAS son que el año cierre en el 1,7 por ciento.

En el mismo sentido, se manifestó el director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, quien destacó que la subida del IPC en enero no es ninguna sorpresa y añadió que en febrero continuará la tendencia alcista.

Izquierdo subrayó que los componentes que más han influido en el incremento de enero han sido los más volátiles, como la energía y los alimentos no elaborados, que son los que excluye la inflación subyacente. Además, destacó que lo previsible es que el IPC inicie su descenso en el segundo semestre hasta terminar el año en el 1,6 por ciento.

Asimismo, ayer se publicó el indicador adelantado del IPC armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro- que se situó en enero en el 3 por ciento, lo que significaría un aumento de una décima respecto al mes anterior.