Caras conocidas. Muchos miembros del nuevo partido habían integrado fuerzas afines a Batasuna - Reuters

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Apenas quedan tres meses para las elecciones autonómicas y mañana miércoles se presentará ante el Ministerio del Interior el nuevo partido de la izquierda abertzale.
Desde entonces, el gabinete de Rubalcaba tiene veinte días para registrarlo. El representante abertzale, Rufi Etxeberria, ha asegurado que la nueva formación incluirá en sus estatutos el "rechazo y oposición" al uso de "la violencia, o a la amenaza de su utilización, para el logro de los objetivos políticos", incluida "la violencia de ETA si la hubiera, en cualquiera de sus manifestaciones". El abogado Iñigo Iruin afirma que la izquierda abertzale no se convertirá en "una organización vicarial" de la banda terrorista, a la que "rechaza abiertamente y sin ambages". Además, ha garantizado que su apuesta por las vías "exclusivamente políticas y democráticas" no constituye "un regate en corto a la normativa legal" sino "un paso determinante y de no retorno".

Aunque hasta mañana no se presentarán los estatutos del nuevo partido de la izquierda abertzale en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior, ayer tuvo lugar su presentación en el palacio de Euskalduna. Etxeberria ha "desbrozado los sustentos y compromisos" que "definen el nuevo proyecto político y organizativo" que hoymartes se dará a conocer previamente en Bilbao.

El objetivo de la izquierda abertzale es "evitar interpretaciones distorsionadas, concitar el apoyo a una legalización necesaria, fundamental para avanzar de forma irreversible hacia una paz y normalización política progresiva, como antesala indispensable de cualquier diálogo y negociación entre todas las fuerzas políticas" vascas.

Así lo ha manifestado el representante del grupo, quien ha señalado que para la legalización de este nuevo proyecto político y organizativo de la izquierda abertzale asumirá "en todos sus contenidos los requisitos que establecen en la Ley de Partidos". Por ello, en sus estatutos la nueva formación "rechaza y se opone al uso de la violencia, o a la amenaza de su utilización, para el logro de los objetivos políticos". Y para ser más precisos, "eso incluye la violencia de ETA, si la hubiera, en cualquiera de sus manifestaciones".

El abogado Iñigo Iruin ha leído los apartados del estatuto en los que expresa su posición sobre la violencia. Destaca que "el nuevo partido desarrollará su actividad desde el rechazo de la violencia como instrumento de acción política o método para el logro de objetivos políticos, cualquiera que sea su origen y naturaleza; rechazo que, abiertamente y sin ambages, incluye a la organización ETA en cuanto a sujeto activo de conductas que vulneran derechos y libertades fundamentales de las personas".

La decisión de "cumplimentar los requisitos legales", asegura Etxeberria, es el "resultante" de una reflexión "autónoma y soberana" de la izquierda abertzale que les ha llevado a analizar "muchas cosas", entre ellas "la necesidad de un escenario de no violencia y democracia".

Sin embargo, ha garantizado que "no estamos ante un regate en corto a la normativa legal, sino ante un paso coherente con nuestras convicciones y compromisos por construir un escenario de paz".

Con ello pretenden "sin condicionamientos de ninguna naturaleza", depositar los "cambios políticos y sociales" en la "voluntad democrática de la ciudadanía", actitud que también ha exigido al Gobierno de España.

En el capítulo preliminar se dice, en palabras de Iruin, que "el nuevo proyecto político" supone "la ruptura con los modelos organizativos y formas de funcionamiento de los que se ha dotado la izquierda abertzale en el pasado y, por lo tanto, con los vínculos de dependencia a que aquellos daban lugar".