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El déficit comercial español aumentó el 4,2 por ciento en 2010, debido fundamentalmente al lastre que supuso el encarecimiento del precio del petróleo, que disparó el valor de las importaciones energéticas e hizo que el déficit de la energía representara dos terceras partes del saldo deficitario total.

No obstante, el incremento del déficit comercial español el año pasado contrasta con la caída que registró en 2009, cuando se redujo el 58 por ciento motivado por la falta de demanda interna y las menores exportaciones.

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, valoró ayer durante la presentación del balance del comercio exterior la "histórica" recuperación de las ventas al exterior que aumentaron el 17,4 por ciento y se situaron en niveles previos a la crisis económica.

Explicó que el déficit comercial de España en 2010 sumó 52.283 millones de euros, debido a unas importaciones por valor de 238.082 millones, el 14,2 por ciento más que hace un año, y a unas exportaciones de 185.799 millones, el 17,4 por ciento más.
Destacó que el sector exterior se ha convertido en un "vector de crecimiento" de la economía española y se mostró convencido de que continuará siéndolo en 2011 debido a que las exportaciones españolas aumentaron hacia los países con elevado potencial de crecimiento y porque confió en que la dependencia energética sea menor.
El ministro señaló que mientras el sector exterior representó el 4,9 por ciento del PIB en 2010 (el 10 por ciento en 2008), su contribución al PIB será cercana al 1 por ciento en 2011.

Aseguró que el principal "lastre" de la balanza comercial española en 2010 fue el elevado déficit energético, que aumentó el 29,3 por ciento respecto a 2009, hasta los 34.500 millones de euros, y representó el 66 por ciento del déficit comercial total.
Indicó que si el precio del petróleo en dólares se hubiera mantenido en 2010 en los mismos niveles que en 2009, el déficit comercial total en lugar de aumentar el 4,2 por ciento habría caído el 8,4 por ciento.