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Un equipo internacional de investigadores, con participación española, ha constatado que el verano de 2010 ha sido, muy probablemente, el más caluroso de los últimos 500 años en Europa, por encima del de 2003 que dejó más de 40.000 muertos y cuantiosas pérdidas económicas en el oeste del continente.

Esta es una de las conclusiones de un estudio que publica la prestigiosa revista científica Science, en el que, además, se indica que esta última década es la que más veranos extremos contiene desde el año 1500 y en el que se prevé que, en condiciones futuras de cambio climático, las "mega olas de calor" como las de 2010 y 2003 se van a dar con más frecuencia.

Según ha detallado a Efe David Barriopedro, español que actualmente investiga en la Universidad de Lisboa, el trabajo describe la ola de calor de 2010 desde una triple perspectiva.

Así, para la primera de ellas, los autores tomaron datos diarios de temperatura desde 1871, desde cuando se tienen observaciones diarias, y compararon y describieron la evolución de las temperaturas durante el verano de 2010.

Este análisis lo realizaron para diferentes escalas: diaria, semanal (cálculo de la temperatura media), mensual y estacional.

En esta primera parte, los autores se detuvieron en la comparación de la ola de calor de 2010, que afectó especialmente al este de Europa y oeste de Rusia, con la de 2003 en el oeste de Europa.

"La ola de calor de 2010 fue excepcional y más intensa que la de 2003 en términos de anomalía de la temperatura y afectó a un área mucho mayor", según Barriopedro.

Por ejemplo, Moscú batió "todos los récords" en todas las escalas temporales, con máximos de 38,2 grados (cuando lo normal para julio y agosto son unos 20 grados), ha remachado.

Este científico ha añadido que la media de las temperaturas semanales excedieron en diez grados en muchos puntos del este de Europa.

Además, en 2010 se vio afectada una superficie de dos millones de kilómetros cuadrados, mientras que en 2003 fue aproximadamente un millón.

En esta primera parte los científicos también describieron brevemente los impactos, si bien son datos preliminares.

En este sentido, Barriopedro ha dicho que las estimaciones son que hubo 55.000 muertes en 2010 sólo en Rusia, aunque esta cifra incluye los fallecidos por la ola de calor y por otras causas.

Naciones Unidas acaba de publicar un informe con un ránking de las catástrofes, según el cual la ola de calor en Rusia ocupa el segundo lugar en cuanto al número de fallecidos, por debajo del terremoto de Haití, ha recordado este investigador.