Pontífice. Juan Pablo II, en una imagen de archivo - Archivo

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El postulador de la causa de beatificación de Juan Pablo II, monseñor Slawomir Oder, aseguró ayer que el proceso de beatificación ha confirmado "la transparencia de su vida" y "la imagen que el mundo había conocido". "Fue excepcional", apuntó.

Además, monseñor Oder recordó que el proceso de beatificación de Juan Pablo II, el primer paso hacia la canonización del Pontífice, ha sido para él "una extraordinaria experiencia espiritual" y "un encuentro asombroso con un hombre que ha amado tanto el sacerdocio", una vocación "que lo identificaba y que vivía en toda su esencia".

Monseñor Oder reconoció que el proceso de beatificación "ha permitido renovar la profundidad y el vigor de la vida de Juan Pablo II" y la "singularidad de su ejemplo". Asimismo, monseñor Oder subrayó que la característica principal de Juan Pablo II es "la profundidad de su vida espiritual" que era "la raíz de su libertad interior" y recordó que el Pontífice "decía la verdad sin miedo" porque era "un comunicador espontáneo" que transmitía "la frescura evangélica".

Acto
El Papa Juan Pablo II se convertirá en beato mañana en una misa oficiada por el Papa Benedicto XVI a las 10 horas en la Plaza de San Pedro de Roma, que irá precedida por una hora de preparación durante la que se rezará la llamada corona de la Divina Misericordia, una devoción introducida por Santa Faustina Kowalska y cuya fiesta fue introducida por Juan Pablo II.

La ceremonia comenzará con la lectura de la llamada "fórmula de beatificación", que consiste en leer los aspectos principales de la vida del beato. Posteriormente, se descubrirá el tapiz con una imagen del nuevo beato mientras se canta el himno del beato en latín, que se ha inspirado en las primeras palabras de Juan Pablo II en la homilía de inicio de su Pontificado: "No tengáis miedo, abrid de par en par las puertas a Cristo".
Tras celebrar el rito de la beatificación, Benedicto XVI dará paso a la liturgia de la misa, que finalizará en torno a las 12.30 horas, según explico el padre Federico Lombardi.
Posteriormente, el Papa y los cardenales se dirigirán en procesión al interior de la Basílica para venerar el féretro de Juan Pablo II, que será llevado desde la tumba de San Pedro, que se encuentra en las Grutas Vaticanas, hasta el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro.

Benedicto XVI venerará el féretro de Juan Pablo II para después dirigirse a los Jefes de Estado y de Gobierno.

Como curiosidad, destacar que Benedicto XVI, que oficiará la ceremonia, utilizará la casulla y la mitra que el Papa polaco usó en los últimos años de su vida.
asistentes

La beatificación de Juan Pablo II congregará mañana a 87 delegaciones extranjeras, entre las que habrá cinco casas reales, 16 jefes de Estado y 6 jefes de Gobierno, así como algunas representaciones de la Unión Europea.

Desde España, serán los Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, los encargados de asistir a la ceremonia.