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La inflación empezó a moderarse en mayo al bajar por primera vez en nueve meses hasta el 3,5 por ciento, gracias a la caída de los precios de los carburantes y de los viajes, y los expertos señalan que la tasa seguirá reduciéndose, sobre todo a partir del verano.
Según el indicador adelantado del IPC difundido ayer por el INE, la tasa de inflación interanual bajó del 3,8 por ciento en abril al 3,5 por ciento en mayo y se acercó a los niveles de principios de año, cuando los precios aumentaron el 3,6 por ciento como consecuencia del elevado precio de la energía.

La mayoría de los analistas consultados por Efe valoraron la nueva senda de ralentización y coincidieron en que la tasa del IPC "ha tocado techo" y los precios caerán todavía más a partir de julio o agosto.

En estas fechas será cuando desaparezca el efecto calendario provocado por la subida del IVA y de los impuestos especiales en julio del año pasado.
No obstante, el dato definitivo del IPC se publicará el 14 de junio, y en él se verá la evolución real de todos sus componentes, aunque este dato no suele alejarse del de el indicador adelantado.

Desde la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS), la analista María Jesús Fernández, valoró la caída en tres décimas de los precios, incluso una décima por debajo de las previsiones que tenía este organismo para mayo.

Dijo a Efe que el dato adelantado ha sido algo más bajo de lo estimado debido a la moderación de los precios de los carburantes y aseguró que la inflación "ha tocado techo" y se mantendrá en los mismos niveles en los próximos meses.

Para FUNCAS, los precios comenzarán a bajar más a partir del verano y finalizarán el año con una tasa cercana al 2,8 por ciento.

Los servicios de estudios de Bankia, la entidad de Caja Madrid y Bancaja, destacan que la ralentización de los precios sea la primera en nueve meses y añadieron que el dato provisional del IPC "está en línea" con lo previsto.

Coinciden en que la inflación alcanzó su máximo en abril y se mantendrá en niveles algo inferiores hasta septiembre, en torno al 3,5 por ciento. A partir de esta fecha, indica Bankia, se producirá una desaceleración de los precios.

En consecuencia, esta entidad financiera mantiene su previsión de que la inflación cierre 2011 con una tasa entorno al 2,5 por ciento.

Una previsión muy similar a la que realizó el analista de Intermoney José Carlos Díez "si el petróleo se estabiliza" y quien dijo a Efe que, no obstante, la subida del IVA todavía es "bastante fuerte", por lo que pronosticó una caída más intensa de los precios a partir de julio.

También, indicó que la tasa del IPC de abril, del 3,8 por ciento "no era real", puesto que los precios se vieron afectados por el efecto calendario de la Semana Santa, que este año se retrasó y el año pasado fue en marzo.

Díez calificó de "excelente noticia" la bajada de los precios este mes y previó que la inflación subyacente -que excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y la energía- también caiga en mayo, como consecuencia de la disminución de los precios de los viajes organizados.

Se mostró optimista respecto a 2012 y dijo que "si el año que viene la inflación se estabiliza en torno al 2 por ciento el consumo privado se reactivaría", lo que impulsaría la recuperación económica.

Además, el INE publicó también el indicador adelantado del IPC armonizado (IPCA), que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro y según el cual la inflación interanual quedó en mayo en el 3,4 por ciento, una décima menos respecto al mes anterior. "Esa es la realidad", añadió.

En su opinión, el mecanismo diseñado por los socios comunitarios para responder ante posibles crisis de un país de la eurozona es un factor de estabilidad y tranquilidad para los mercados y los inversores.

Tras dejar claro que ningún líder del G20 le ha preguntado en la cumbre por la situación de la economía española, confió en que una eventual puesta en marcha de ese mecanismo para apoyar a Dublín genere confianza entre los acreedores de la deuda, que son los que provocan la inestabilidad en los mercados.

En este contexto, quiso dejar claro que España se opondrá en la UE a la propuesta alemana de incluir al sector privado en los planes de rescate, lo que implicaría que una eventual reestructuración de la deuda de un país afectaría también a los acreedores privados.

"El Gobierno de España no está de acuerdo; no estamos de acuerdo y en consecuencia no será fácil que esto prospere", manifestó.

En la última cumbre europea celebrada en Bruselas los socios comunitarios encargaron al presidente del Consejo, Herman van Rompuy, analizar los apoyos que tendría esa propuesta.

Zapatero reconoció que hay quien interpreta que la propuesta alemana está generando tensión y volatilidad en los mercados, ya que los inversores ven que podría salir perjudicada la deuda privada.

A su juicio, esa actitud no tiene razón de ser, ya que si hipotéticamente prosperara la iniciativa alemana sólo sería aplicable a partir de 2013, cuando se establezca un mecanismo estable de apoyo a países en crisis.

Hasta esa fecha, seguirá vigente el instrumento que ha servido para respaldar las finanzas griegas. vehículos más contaminantes.

AGONIA DEL PLAN
Pero lo cierto es que el Plan Prever viene agonizando en los últimos meses después de los recortes realizados por el Ejecutivo. El último Consejo de Ministros del pasado año acordó prorrogar el Plan Prever a 2007, pero eliminando las ayudas para la compra de coches usados de menos de cinco años, excluyendo a los vehículos de más de 2.500 centímetros cúbicos y suprimiendo la subvención de 721,21 euros para el cambio de un vehículo que utilizara gasolina con plomo.

Con estos recortes, entre los pasados meses de enero y octubre se acogieron al Plan Prever un total de 234.066 operaciones, cifra inferior en un 28,1 por ciento a la contabilizada en los diez primeros meses de 2006.