Vicepresidente. Rubalcaba, en una comparecencia, hace unos días - Reuters

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El vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, avanzó ayer que dejará de ser ministro del Interior antes de las próximas elecciones generales porque considera que no es compatible ese cargo con el hecho de ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno.

Rubalcaba expuso esa intención en la rueda de prensa que ofreció al término de la reunión del Consejo de Ministros y en la que ratificó que el Gobierno prevé agotar la legislatura.

El vicepresidente no desveló si abandonará todos sus cargos en el Ejecutivo debido a su condición de candidato, pero ante la pregunta concreta de si baraja la posibilidad de ser ministro del Interior hasta el mismo día de las elecciones, avanzó que abandonará antes ese Departamento.

"Es una obviedad. El candidato -dijo- no puede ser el ministro que organice las elecciones".

Abundando en esa idea señaló irónicamente que agradecía que pudiera aclarar este extremo por si alguien podía pensar que él, como ministro del Interior, iba a estar dando los resultados electorales al candidato socialista.

"Se dicen cosas tan raras...", añadió el vicepresidente en la primera ocasión en que ha confirmado que dejará al menos uno de los cargos que desempeña en el Gobierno debido a su condición de cabeza de cartel socialista para los próximos comicios generales.

No obstante, no adelantó sus intenciones respecto al momento en que abandonará el cargo de ministro del Interior.

Rubalcaba negó que el hecho de haber tenido que anular un viaje de partido previsto para ayer a Valencia debido a la concentración convocada por el movimiento 15-M le haya hecho reflexionar sobre las dificultades de mantener el cargo de ministro del Interior a la vez que es el candidato socialista.

"Taxativamente, no. El ministro del Interior tiene muchas restricciones, pero las llevo muy bien, las he llevado muy bien durante cinco años y, por tanto, no tengo ninguna sensación", aseguró.

Preguntado si el Gobierno baraja convocar elecciones anticipadas, dado el clima de enfrentamiento político y la cohabitación que tendrá que afrontar el Gobierno con una mayoría de ejecutivos autonómicos del PP, replicó que "el clima no es nuevo, no es de ayer o anteayer" y luego pidió que no se le hagan "preguntas imposibles". Y al hilo de esa petición ironizó con que a veces se ha tenido que "morder la lengua".