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Alemania confirmó ayer la presencia de la letal variante de la bacteria "E.coli" en semillas germinadas, horas después de que las autoridades sanitarias y el gobierno levantaran la alerta sobre pepinos, lechugas y tomates como foco de una infección que ha causado 32 muertos en este país y uno en Suecia.

Tras semanas de una crisis sanitaria que ha comportado daños multimillonarios al sector agrícola de media Europa, se halló la presencia de esa agresiva bacteria en un paquete de semillas encontrado en la basura de una familia de la región de Bonn (oeste de Alemania), dos de cuyos miembros habían contraído la infección.

Los vegetales procedían de la granja ecológica del estado septentrional de Baja Sajonia señalada por el Instituto Robert Koch como "foco más probable" de esa infección, cuyo cómputo de afectados se sitúa en 2.800 pacientes ingresados en Alemania, de los cuales 722 desarrollaron el peligroso síndrome urémico hemolítico (SUH).

Horas antes de darse a conocer estos primeros análisis positivos, el director del Instituto Robert Koch, Reinhard Burger, había informado ya de que se retiraba la recomendación de no consumir pepinos, lechugas y tomates crudos, puesto que todo apuntaba a las semillas procedentes de la mencionada explotación, en Bienenbüttel.

"Los ciudadanos pueden volver a comer sin miedo pepinos, tomates y lechugas desde ahora mismo, siempre que guarden las debidas medidas de higiene", recalcó asimismo la ministra alemana de Agricultura, Ilse Aigner, en una comparecencia ante los medios en el Parlamento.

El primer caso de un infectado por esa variante letal se detectó el 1 de mayo y unas semanas después se produjeron los ingresos masivos de afectados.

Aigner y su colega de Sanidad, Daniel Bahr, expresaron su "alivio" por las informaciones del Robert Koch y opinaron que "lo peor ha pasado", puesto que ha remitido el número de nuevo infectados, aunque advirtieron de que no se descartan más fallecimientos.

Ayer mismo se reportaron tres nuevas muertes, una en Baja Sajonia, otra en Hamburgo y otra en Schleswig-Holstein.

Los dos ministros defendieron, una vez más, como "correctas" las medidas adoptadas ante la crisis y que han sido objeto de duras críticas desde la oposición alemana y los socios de la UE afectados.

"La medida fue correcta y acorde a los parámetros de los expertos ante este tipo de infecciones", señaló Bahr, para quien la recomendación contribuyó a que no se produjeran más casos aún.