Diplomático. Al Breni tiene diez días para dejar España - Archivo

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El Gobierno ha decidido expulsar al embajador de Libia en España, Ajeli Abdussalam Ali Breni, además de a tres funcionarios de la oficina diplomática, por mantenerse fiel al régimen de Muamar el Gadafi, según informa el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.

Exteriores notificó oficialmente ayer al embajador libio la decisión de "poner fin a su misión" y le da diez días para abandonar España.

El departamento que dirige Trinidad Jiménez ha tomado esta medida al sostener que el régimen de Gadafi ha perdido "toda legitimidad por la continua represión que viene ejerciendo contra la población libia".

El Gobierno español también ha ordenado expulsar a tres funcionarios de la embajada libia por realizar "actividades incompatibles con su estatus diplomático", añade la nota.
Este paso representa la ruptura definitiva de las relaciones entre España y el régimen de Trípoli.

No obstante, la salida del embajador no supone por ahora el cierre definitivo de la legación libia, donde aún quedan algunos funcionarios, informaron fuentes diplomáticas.
La expulsión del máximo representante del Gobierno de Gadafi en Madrid se decreta después de que Exteriores decidiera suprimir el puesto de embajador de España en Trípoli.

El embajador en Libia, Luis Francisco García Cerezo, abandonó Trípoli el 2 de marzo pasado junto al resto del personal diplomático debido al conflicto entre la insurgencia y las tropas leales a Gadafi. Esto supuso el cierre en la práctica de la legación en Trípoli, que quedó custodiada por empleados locales.

El único representante diplomático que España tiene ahora en territorio libio es José Riera, que ejerce como 'embajador' en Bengasi, la capital de facto de los rebeldes desde comienzos de mayo.

La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez aseguró a finales de febrero, un mes antes de que comenzara la intervención de la OTAN en Libia, que Gadafi ya no era merecedor de gobernar a su pueblo por bombardear a los manifestantes que exigían reformas políticas y sociales.

Esta censura provocó la reacción del embajador libio en España, quien en un comunicado, acusó a Jiménez de basarse en "falsedades de los medios de comunicación" y cuestionó la "credibilidad de la diplomacia española".

Ali Breni negó que Gadafi estuviera utilizando la fuerza aérea contra la población civil y atribuyó las protestas callejeras a "operaciones de sabotaje realizadas por elementos de Al Qaeda".

El Gobierno decidió no actuar antes contra Ali Breni debido a la detención del fotógrafo Manu Brabo a mediados de abril.