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La decisión de la agencia de calificación Moody's de rebajar en cuatro escalones la deuda de Portugal, hasta el nivel de los "bonos basura", relanzó ayer los llamamientos a favor de la creación de una agencia de "rating" europea.

El anuncio de Moody's, justo cuando Portugal comienza a aplicar los compromisos de su programa de rescate financiero, generó una oleada de críticas en toda Europa a la actuación de las entidades de "rating", especialmente en la propia Comisión Europea y Alemania.

Desde Bruselas se criticó que las tres grandes agencias de EEUU (Moody's, Standard & Poor's y Fitch) analicen con lupa la situación de los países de la zona euro con problemas, pero no advirtieran de los grandes peligros que entrañaba la burbuja financiera hasta que en otoño de 2008 acabó estallando con la quiebra del banco de inversiones Lehman Brothers.

Moody's anunció en la noche del martes su decisión de bajar bruscamente la deuda portuguesa al nivel Ba2, un nivel de bono basura, ante el "creciente riesgo" de que el país incumpla su reducción del déficit y tenga que pedir más ayuda.

En Portugal, la nueva calificación de la agencia llevó a una caída brusca de la Bolsa de más un 3 por ciento.

La primera reacción fuera de Portugal partió de la Comisión Europea, cuyo presidente, el portugués José Manuel Durao Barroso, dijo: "lamento la decisión", ya que la degradación de la deuda portuguesa "solo añade un elemento de especulación". Barroso añadió, durante una rueda de prensa en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia), que "las agencias de calificación no son más que actores del propio mercado y por ello no son inmunes a los errores o exageraciones que se producen en él".

También recordó los planes de la CE de presentar antes de final de año una propuesta de regulación de las agencias de calificación, en la que no se descarta incluir la idea de crear un agencia de calificación europea.

"Que las tres mayores agencias de calificación sean de fuera de la UE provoca que tengan menor conocimiento de la realidad de lo que ocurre en Europa", indicó Barroso, en referencia a Moody's, Standard & Poor's y Fitch.

El momento de la decisión sobre Portugal "no es solo cuestionable sino que se basa en escenarios hipotéticos", afirmó por su parte el portavoz económico de la CE, Amadeu Altafaj, desde Bruselas.