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Las tensiones que desde hace días se registran en el mercado de deuda soberana se mantuvieron ayer pese a la publicación el viernes de los resultados de las pruebas de solvencia del sector financiero, lo que provocó un descenso generalizado de las bolsas, que se vieron arrastradas por la banca.

Las cotizaciones de los bancos tenían ayer la oportunidad de reflejar el efecto de las pruebas de solvencia a la banca europea en los inversores, pero dio la sensación de que no les supuso ninguna sorpresa o que ya tenían descontados los resultados.

Así, la bolsa española pasó de una apertura razonablemente tranquila y con descensos moderados a sufrir la presión del mercado de deuda, que acabó por arrastrar a los valores bursátiles, con los bancos a la cabeza.

Al final, el IBEX 35 cerró con una caída del 1,44 por ciento. Casi todas las entidades financieras cotizadas terminaron con pérdidas: Caixabank cayó un 4,89 por ciento; Banco Popular, un 3,48 por ciento; Banco de Valencia, un 3,12 por ciento; Banco Sabadell, un 1,08 por ciento; Banesto, un 1,70 por ciento y Bankinter, un 1,28 por ciento y las cuotas participativas de la CAM, un 1,30 por ciento.

Solo el Banco Pastor logró revalorizarse un 0,17 por ciento.

Caixabank fue la cotizada que registró la mayor caída del IBEX 35, seguida de Sacyr Vallehermoso y Mapfre, que perdieron un 4,40 por ciento y un 4,11 por ciento, respectivamente.
En el resto de plazas europeas, Londres y Fráncfort bajaron el 1,55 por ciento y París, el 2,04 por ciento.

Milán fue de las plazas continentales la que más bajó, al ceder el 3,06 por ciento.

Según los analistas consultados por Efe, en la jornada de ayer el mercado siguió "presionando" para que los gobiernos de la UE alcancen rápidamente un acuerdo sobre el segundo plan de rescate a Grecia, que implique la resolución de sus problemas de solvencia.

Los inversores también estarían trasladando su pretensión de que la fórmula que se alcance para Grecia sea "de aplicación a cualquier otro país que lo necesite".

En este sentido, parece que han puesto el punto de mira en niveles psicológicos, como el 7 por ciento para la rentabilidad de los bonos a 10 años o los 450 puntos básicos para la prima de riesgo, cuya superación agravaría extremadamente la situación, advirtieron los expertos.

Bono español
Por el momento, la rentabilidad del bono español a diez años está en 6,316 por ciento, eso sí, su mayor nivel desde el 29 de agosto de 2009, cuando alcanzó el 6,318 por ciento.
La prima de riesgo española, por su parte, cerró en los 366 puntos básicos, con lo que volvió a superar el máximo registrado al cierre de una sesión desde la entrada en el euro.
Y ello después de haber tocado el máximo de la jornada en 372 puntos básicos.

El diferencial entre el bono italiano y el alemán, fue el que registró un mayor alza al cerrar en los 330 puntos básicos, desde los 306 que marcó el pasado viernes, en tanto el de Irlanda subió hasta los 1.113.