TW
0

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ayer de que la crisis de deuda soberana de la zona euro amenaza no solo a Europa sino a la recuperación global y pidió esfuerzos más "sistemáticos" para restaurar la confianza en los mercados.

"El contagio podría ser amplio si las tensiones en los países de la zona euro en crisis se trasladan a otros miembros", afirmó el organismo, que insistió en que "los retrasos en la resolución de las crisis podrían ser costosos para la zona euro y la economía global".

Luc Everaert, responsable de políticas para la zona euro del FMI, explicó ayer en rueda de prensa telefónica que la prioridad de la región debe de ser "hacer frente a la crisis", algo "muy importante", dijo, para evitar contagios.

Subrayó que para contener la crisis a los países periféricos y evitar que los problemas se extiendan a otras grandes economías como Italia y España es necesaria una "rotunda implementación" de los programas de reforma en Grecia, Irlanda y Portugal.

Alemania
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, descartó ayer que en la cumbre extraordinaria de líderes de la zona del euro de mañana jueves se vaya a conseguir un resultado "espectacular" que acabe de una vez con los problemas de la deuda griega.

La jefa del Gobierno germano aseguró en una rueda de prensa conjunta con el presidente ruso, Dimtri Medvédev, en Hannover (noroeste de Alemania) que "ni mañana ni el jueves" se va a poder dar un "paso espectacular" para resolver la cuestión del endeudamiento heleno, ya que el tema es muy complejo.

En cambio, subrayó la solución a la crisis crediticia de Grecia debe alcanzarse a través de un "proceso controlado y dominado" con múltiples medidas que reduzca la deuda del país y mejore la competitividad de su economía.

A juicio de Merkel, "quien se toma en serio sus responsabilidades políticas" debe evitar los golpes de efecto, a pesar de que sea "humano" pretender que ciertos problemas recurrentes "desaparezcan" definitivamente de la agenda.

La canciller añadió que hay varias opciones distintas sobre la mesa para atajar las dificultades financieras de Atenas, que acumula una deuda equivalente a casi el 160 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB), aunque no citó ninguna en concreto.

En los últimos días, en Bruselas y Berlín se han barajado distintos y contrapuestos modos de enfrentarse a la crítica situación económica helena.