prolífico. El escritor, en una imagen de 2008 - EFE

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El escritor de origen cubano Eliseo Alberto murió ayer en un hospital de la capital mexicana donde se encontraba en terapia intensiva tras recibir en días pasados un trasplante de riñón, informó ayer una fuente de la familia.
"Eliseo acaba de morir, su cuerpo permanece en el hospital y aún no hemos decidido dónde será velado", dijo la fuente.

Eliseo Alberto, nacido en Cuba en 1951 e hijo del poeta Eliseo Diego, residía en México desde hace poco más de dos décadas, y en 2000 recibió la nacionalidad mexicana.

El escritor, que ganó en 1998 el Premio Internacional Alfaguara de Novela, fue sometido a un trasplante de riñón el pasado 18 de julio y desde entonces se encontraba en un hospital capitalino y se había mantenido estable en los primeros días

Eliseo Alberto, considerado uno de los mejores escritores cubanos de los últimos tiempos y conocido por sus amigos cercanos como "Lichi", había agradecido al personal médico antes de esta intervención quirúrgica y por el apoyo para recibir el trasplante.

El literato estudió la licenciatura en periodismo en la Universidad de La Habana y entre sus obras están los poemarios "Importará el trueno" (1975), "Las cosas que yo amo" (1977), "Un instante en cada cosa" (1979).

Asimismo, se cuentan sus novelas "La fogata roja" (1985), "La eternidad por fin comienza un lunes" (1992), Caracol Beach (1998), "La fábula de José" (2000), "Esther en alguna parte (2005) y "El retablo del conde Eros (2008).

El también poeta y guionista seguía recreando desde México la Cuba de su juventud, como hizo en su última novela "El retablo del conde Eros" (2008), en la que mostraba una Habana que rezumaba libertad, cuajada de "prostitutas, artistas, homosexuales, delirados o mentirosos", decía en una visita a España para presentar su obra.

Y añadía: "Hasta que llegó Fidel y se acabó la fiesta".

Hijo de Eliseo Diego, uno de los grandes poetas de la isla, se licenció en Periodismo por la Universidad de La Habana, y ejerció como jefe de redacción de la gaceta literaria "El Caimán Barbudo" y después como subdirector de la revista "Cine Cubano".

Autor polifacético, su obra abarca la poesía, con libros como "Importará el trueno" (1975), "Las cosas que yo amo" (1977) y "Un instante en cada cosa" (1979), hasta el género de memorias, en el que destaca el "Informe contra mí mismo".

"Es un libro a favor de lo que amo: mi familia, los amigos, la isla entera", dijo sobre estas memorias, en las que narra también la dura experiencia de elaborar un informe sobre su propia familia en la Cuba castrista.

En su faceta novelística destacan "La fogata roja" (1985), "La eternidad por fin comienza un lunes" (1992), "Caracol Beach" (1998), con la que consiguió el Premio Internacional Alfaguara de Novela; "La fábula de José" (2000) y "Esther en alguna parte (2005).