Un miembro de las fuerzas anti Gadafi, ayer en Trípoli - Reuters

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El jefe del Estado Mayor del Consejo Nacional de Transición libio, Abdul Hakim Beldhaj, informó ayer de que las fuerzas insurgentes han averiguado el paradero del líder libio, Muamar Gadafi, pero no proporcionó detalles sobre su localización exacta, según informa la cadena panárabe Al Yazira.

El portavoz de Gadafi, Musa Ibrahim, había informado a primera hora de ayer de que el coronel seguía en el país, "rodeado de gente que está preparada para protegerle".

Por otra parte, la entrada de las tropas rebeldes en la ciudad de Bani Walid, uno de los últimos bastiones gadafistas, podría retrasarse 24 horas más, sugirió ayer el mando de los alzados sobre el terreno.

Según diversos oficiales, el objetivo de los rebeldes es concluir las negociaciones y garantizar una entrada segura en la ciudad, sin un derramamiento innecesario de sangre.

Cientos de efectivos rebeldes se mantienen apostados desde hace días a las puertas de esta localidad situada a la entrada del gran desierto libio, cuna de la tribu Wafalla, una de las más grandes del país e integrada por clanes muy fieles al ex hombre fuerte de Libia, el coronel Muamar al Gadafi.

Algunas fuentes, antes de la revelación de Abdul Hakim Beldhaj, apuntaron que en su interior podría estar escondido el propio dictador o alguno de sus hijos, como Saadi o Saif al Islam.

La eventual caída de Bani Walid, uno de los vértices del triángulo de la resistencia junto a la ciudad de Sebha, en el desierto, y la costera de Sirte, es contemplada por el mando militar rebelde como el punto de inflexión definitivo para el fin del conflicto armado.

Los rebeldes esperan que, aunque finalmente en ella no se atrape al propio Gadafi o alguno de sus hijos, su rendición tenga un efecto dominó con el resto de bastiones rebeldes, en particular Sirte y Juhafra.

El portavoz militar de los rebeldes libios, Ahmed Omar Bani, confirmó ayer la muerte de Hamis, uno de los hijos del depuesto líder Muamar el Gadafi, en combates en Tarhuna, a 90 kilómetros al suroeste de Trípoli.

En una rueda de prensa en un hotel en Bengasi, capital de los revolucionarios, Bani explicó que tanto Hamis como Muhamad Sanusi, uno de los hijos del exjefe de los servicios de Inteligencia libios, Abdalá Sanusi, perdieron la vida en esa localidad.

El pasado día 29, el canal emiratí Al Arabiya, citando a una fuente rebelde, afirmó que Hamis, comandante de la brigada de elite del mismo nombre, había fallecido el día anterior en un combate en esa localidad.

Hamis, nacido en 1978, participó como jefe militar en la represión de las manifestaciones que estallaron el 17 de febrero en Libia y que desembocaron en una guerra civil que prácticamente ha derrocado al régimen del coronel.

Con la confirmación de la muerte de Hamis y tras la huida a Argelia de tres de los hijos de Gadafi, continúan en paradero desconocido, Seif al Islam, la cara mediática del régimen y el más probable sucesor de su padre en el poder; Saadi, ex futbolista, y Mutasim, jefe del Consejo de Seguridad Nacional.

Bani, al contrario que Beldhaj, señaló que no dispone de ninguna información sobre el paradero de Gadafi y recordó que Libia es un país extenso con seis millones de habitantes.

"Ha estado 42 años en el poder, y este hombre es capaz de disfrazarse", apuntó Bani, quien, no obstante, opina que el líder huido se encuentra fuera del país.