Manhattan. Un policía junto a la zona cero donde se construye un nuevo rascacielos - Reuters

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El Gobierno de EE.UU. confirmó ayer que Al Qaeda está detrás de la amenaza "creíble" pero "no corroborada" de un posible atentado terrorista en el país al cumplirse el décimo aniversario del 11-S, y pidieron calma a la población.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, reveló que la red terrorista Al Qaeda está detrás de esta nueva amenaza contra Estados Unidos, durante un discurso en Nueva York, donde se encuentra para participar en los actos conmemorativos de este fin de semana.
Las autoridades tienen "información específica, creíble pero no confirmada de que Al Qaeda de nuevo busca dañar a estadounidenses y en particular atacar Nueva York y Washington", dijo Clinton, que fue el primer miembro del Ejecutivo en apuntar a un responsable, desde que se conoció la amenaza el jueves

En su discurso, la secretaria de Estado subrayó que el Gobierno desarrollará una campaña "incansable" contra las amenazas y si es necesario usará la fuerza que le permite la ley.

"Siempre mantendremos nuestro derecho a usar la fuerza contra grupos como Al Qaeda que nos han atacado y aún nos amenazan", destacó la secretaria de Estado.

Antes el vicepresidente, Joe Biden, había recordado en una entrevista en televisión que la amenaza no estaba confirmada y pedido a los ciudadanos que continuasen con su vida cotidiana aunque atentos ante cualquier movimiento sospechoso.

Biden señaló que hay gente que está dispuesta a intentar atentados contra Estados Unidos pero aseguró que las autoridades están utilizando cada recurso de que disponen, "incluidas las autoridades locales, para frustrar la posibilidad de que pueda pasar".

En este sentido, recordó que gracias a la advertencia de un ciudadano se pudo desmantelar el intento de atentado con coche bomba en la céntrica plaza neoyorquina de Times Square en 2010.

El presidente Barack Obama pidió que el equipo de seguridad "redoble los esfuerzos" para seguir la información que han conseguido y tome las precauciones necesarias, según indicó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

Obama asistió a una sesión informativa en la que participaron el asesor presidencial para la lucha antiterrorista, John Brennan, el asesor de Seguridad Nacional, Tom Donilon y su adjunto, Denis McDonough, con los últimos datos sobre la investigación.