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El acuerdo para desbloquear la ayuda de emergencia que Grecia necesita para evitar la suspensión de pagos se aleja y los mercados temen los efectos que la quiebra tendría sobre la economía europea. A esto se une el miedo a una nueva recesión en Estados Unidos y genera un panorama de incertidumbres que ni la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) logró calmar cuando anunció que compraría bonos a largo plazo. La idea no cuajó porque los inversores esperaban otro programa de recompra de bonos del Tesoro de la federación norteamericana (QE3) y valoraron la inyección como una muestra de debilidad. Ayer jueves, los parqués vivieron una 'jornada negra', tanto en Europa como al otro lado del Atlántico. Las principales plazas del 'viejo continente' cerraron con pérdidas de entre el 4 y el 5 por ciento y el Dow Jones cayó un 3,51 por ciento.

El plan económico de la Fed no cuaja. Su idea de comprar bonos a largo plazo generó incertidumbre y escepticismo entre los inversores, que "no se creen" las iniciativas que están adoptando gobiernos e instituciones, explicó Alfonso Treviño, socio-director de Atlas Capital. Esto y el miedo a la quiebra de Grecia generaron un 'cóctel molotov' que hundió a las Bolsas en un 'jueves negro' que trajo consigo caídas de entre el 4 y el 5 por ciento en Europa.

El Ibex 35 no se salvó. El indicador sufrió la cuarta mayor caída del año, con un hundimiento del 4,62 por ciento, y perdió la cota de los 7.900 puntos. BBVA y Santander retrocedieron un 5,46 por ciento y un 5 por ciento, respectivamente. Arcelor (-8,89 por ciento), Abengoa (-7,31 por ciento) e Indra (-7,26 por ciento) encabezaron los descensos. Iberdrola cedió un 5,38 por ciento y Telefónica, un 4,68 por ciento.

La penalización a los bancos europeos fue mayor que la de los españoles. Destacaron los casos del británico Barclays (-14,4 por ciento), de los franceses Société Générale y Crédit Agricole, ambos con una caída del 9,5 por ciento, y de los alemanes Deutsche Bank (-8,4 por ciento) y Commerzbank (-6,4 por ciento). Al otro lado del Atlántico, el Dow Jones cayó el 3,51 por ciento y perdió los 11.000 puntos básicos.

Las primas de riesgo de los países de la periferia se dispararon. La española alcanzó los 368 enteros, con un rendimiento del 5,445 por ciento. La italiana subió hasta los 413,8 , con un rendimiento del 5,852 por ciento, y la irlandesa ascendió a los 721,1 puntos, con un rendimiento del 8,764 por ciento. El 'spread' de los bonos griegos llegó a 2.154,7 puntos básicos, al 23,1 por ciento, y el de los portugueses rozó los 1.005 puntos al 11,760 por ciento.

En el mercado de divisas, el euro cedió terreno frente al dólar y se estableció en 1,3455 'billetes verdes'. Según las previsiones de Barclays Capital, la moneda única podría seguir perdiendo posiciones, hasta los 1,25 dólares en los próximos tres meses. Los expertos también piensan que los vaivenes bursátiles continuarán, hasta que la Unión Europea (UE) haga una acción concertada.

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick advirtió ayer a las economías avanzadas, como EEUU, la UE y Japón, que sería irresponsable no actuar para evitar la caída en una nueva recesión.