Milan. Una pintada representa a Berlusconi como Napoleón con un carro de Daysis "velinas" - Reuters

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Quien conoce bien al presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, asegura que al mandatario no le gusta cumplir años y que incluso le deprime.Pero esta vez, aunque la cifra que cumplió ayer es importante y redonda, 75 años, su situación personal y política le quitará aun más si cabe las ganas de celebrarlo.

Según revelaron ayer los medios de comunicación, Berlusconi aseguró el miércoles a quienes se acercaron en la Cámara de Diputados a felicitarle por sus 75 años que se sentía "amargado" y "que no tenía nada que celebrar".

Berlusconi desveló a sus correligionarios que se sentía acorralado por la justicia, que le está preparando un "nuevo regalo" de cumpleaños, en referencia a la posible investigación por inducción al falso testimonio al empresario Giampaolo Tarantini, el encargado de conseguir las chicas para sus fiestas.

En una intervención en el telediario de Canale5, Berlusconi se limitó a explicar que le gustaría como regalo de cumpleaños que "que se dejasen de lado las divergencias para trabajar juntos, relanzar la economía y sacar a Italia de la crisis".

Los procesos que tiene pendiente, las mediaciones maratonianas con sus socios en la mayoría gubernamental para evitar que caiga el Gobierno, la situación económica italiana y las continuas revelaciones sobre sus fiestas con chicas son algunas de las velas que ayer se colocaron en la tarta de cumpleaños del mandatario.

El cumpleaños de Berlusconi estuvo repleto de actos, como un seminario en el Ministerio de Economía o la reunión que mantuvopor la tarde con los portavoces de la coalición gubernamental para poner a punto un paquete de medidas para relanzar el crecimiento.
Pero conociendo al "Cavaliere", quien en estos últimos años se ha sometido a varias intervenciones estéticas para atenuar los efectos del paso del tiempo, lo que más le dolerá será cumplir tres cuartos de siglo.

El presidente de la Sociedad Italiana de Geriatría, el doctor Niccolò Marchionni, recordaba ayer que a partir de los 75 años se habla ya de "tercera edad" y que "en caso de hospitalización se considera un paciente de geriatría".

Marchionni explicaba en su intervención en un programa radiofónico de la RAI1 que el trabajo a 75 años es positivo, pues mantiene la mente entrenada, pero que una persona de esa edad no se puede permitir ese tipo de estrés pues "corre el peligro de un envejecimiento repentino".