Apenas 24 horas después de la tregua, las fuerzas rebeldes reanudaron ayer los bombardeos sobre las posiciones gadafistas en la ciudad de Sirte, donde millares de civiles se encuentran refugiados, indicaron a EFE fuentes de los insurgentes.
Las fuerzas rebeldes decidieron el lunes interrumpir sus ataques para permitir que la población abandonase la región antes de que se produjera una ofensiva general.
Los combatientes del Consejo Transitorio libio (CNT, órgano político de los rebeldes) utilizaron en la mañana de ayer artillería pesada y lanzacohetes sobre las zonas donde presumiblemente se encuentran las fuerzas fieles al antiguo régimen sin que hayan progresado en su ofensiva.
Además, aviones de la OTAN sobrevolaron repetidas veces el centro y la periferia de Sire y fuertes explosiones se escucharon en diversas zonas de la ciudad.
El portavoz militar de las nuevas autoridades libias, Ahmed Bani, reconoció que la presencia de civiles en el centro de la ciudad y en otros barrios residenciales impide el avance de los insurgentes.
"Todavía hay miles de civiles que se encuentran en Sirte por lo que esperaremos hasta lanzar el asalto final", señaló.
El responsable militar recordó que importantes puntos estratégicos, tales como el puerto, el aeródromo y la carretera costera que recorre Libia de este a oeste, están bajo el control de los combatientes rebeldes.
Es a través de esta carretera protegida por rebeldes fuertemente armados que decenas de familias consiguieron ayer huir de la ciudad.
Sin embargo otros miles de ciudadanos se encuentran cercados en Sirte, entre dos fuegos, viviendo en condiciones humanas y sicológicas deplorables, privados de agua, de electricidad y con cada vez menos alimentos.
Los rebeldes han reiterado que los gadafistas han tomado a estas familias como rehenes y los utilizan como escudos humanos, por lo que una cualquier ofensiva pone en peligro mortal la vida de estos ciudadanos.
Bani afirmó también que uno de los hijos del líder Muamar Gadafi se encuentra en Sirte, en el hospital Ibn Sina.
Los insurgentes señalaron que decenas de francotiradores está situados en los edificios contiguos a este centro médico para impedir cualquier tentativa de ataque.
Por otra parte, uno de los miembros de la rebelión indicó a EFE ayer que se han descubierto nuevas fosas comunes en Trípoli y en Jofra.
Estas fosas contienen centenares de cadáveres y restos de personas asesinadas por el régimen de Gadafi pero las identificaciones todavía no han comenzado.
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