Rubalcaba. El candidato del PSOE felicita a la ministra de Economía en un mitin en Fuenlabrada - Reuters

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Después de alcanzar niveles históricos, cuando parecía que la prima de riesgo ya no podía dispararse más, amaneció el viernes y marcó otro récord. La intervención del Banco Central Europeo (BCE) fue clave para relajar el diferencial español, que durante la mañana superó al italiano y llegó a los 525 puntos básicos. El dato, "enormemente negativo" en opinión de Mariano Rajoy, líder del PP, se coló de manera obligatoria en los discursos de cierre de campaña de los aspirantes a la Presidencia del Gobierno. Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato del PSOE, pidió calma y recordó que el país "tiene solvencia" y "unos fundamentos económicos sólidos"..

Los partidos políticos españoles cerraron ayer la campaña para las elecciones generales del domingo en un marco de profunda crisis económica y con el país sometido al acoso de los mercados financieros, mientras Bruselas recomendó a España que "se ayude a sí misma".

Las cartas parecen ya echadas para estos comicios, en los que todas las encuestas señalan como claro vencedor al opositor Partido Popular (PP), que, dirigido por el conservador Mariano Rajoy, tiene todos los visos de desbancar del poder al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el Gobierno desde 2004.

Los casi cinco millones de desempleados (más de un 21 por ciento de la población) y la crisis económica que se ha cebado de manera especial en España han sido los principales protagonistas de una campaña también marcada por los intentos del candidato socialista, el exministro y exvicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba de remontar la distancia que separa al PSOE del PP en los sondeos.

Rubalcaba aprovechó ayer para volver a acusar a Rajoy de utilizar la crisis de la deuda como principal instrumento de esta batalla política e insistió en que sólo los socialistas pueden parar "el poder absoluto de la derecha".

"A esta derecha sólo se la para con un PSOE fuerte. Hay que concentrar los votos de la izquierda, porque una izquierda fracturada y fragmentada es una izquierda débil, que no va a poder defender los derechos de los trabajadores frente a esta derecha dura, la más dura de Europa", afirmó el exministro del Interior en un discurso pronunciado en Punta Umbría (Huelva).

Rubalcaba aludió al fantasma de una derecha que, dijo, podría acaparar "un poder absoluto" si gana el próximo domingo.

Su contrincante del PP, en un mitin celebrado igualmente en Huelva, pidió "un apoyo masivo" el domingo para lanzar un mensaje de confianza a Europa, a los mercados y "a los de la prima de riesgo" de la deuda de España, que ha alcanzado en las últimas jornadas unos niveles muy peligrosos y desconocidos hasta ahora.

"Nos han dejado tiesos", dijo el presidente del Partido Popular, en referencia al estado de las finanzas españolas que queda tras el Gobierno socialista.

Reconoció que, si las urnas le confirman como próximo presidente del Ejecutivo español, habrá que adoptar "decisiones que no serán fáciles", porque "ya no es tiempo de frivolidades" o de "frases ingeniosas", que es lo que a su juicio ha caracterizado al actual Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

En otras declaraciones realizadas a una emisora de radio, Rajoy señaló su esperanza de que los mercados financieros que presionan a la deuda española den "un mínimo de margen" al ganador de los comicios.

"España quiere estar en el euro, que forma parte de un proyecto político irreversible", señaló el líder de centro-derecha, quien no lo tendrá fácil si es finalmente el nuevo jefe del Gobierno, como ya dejó claro ayer la propia Comisión Europea.

El portavoz económico del Ejecutivo comunitario, Amadeu Altafaj, señaló en Bruselas que "todas las instituciones europeas están ayudando activamente a España", aunque "lo más importante, por supuesto, sigue siendo que España se ayude a sí misma".

Ante la urgencia de ponerse en marcha cuanto antes, el candidato popular pidió al Ejecutivo saliente que no tome "ninguna decisión" en funciones, si no es "producto del acuerdo y con el único interés de defender lo que importa a los españoles".