Protestas. Los sirios se manifiestan en contra de la política represora de su presidente - Reuters

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Al menos 23 personas fallecieron ayer en varias ciudades de Siria en una nueva jornada de represión a manos de las fuerzas de seguridad del régimen de Bashar al Assad, según han confirmado los Comités de Coordinación local, una agrupación opositora. De los 23 fallecidos, uno es un niño. Doce personas han perdido la vida en Idlib, en el noroeste de Siria, siete en Homs (centro) y cuatro en el barrio de Harasta, en Damasco.

Los Comités de Coordinación Local han precisado en su web que las fuerzas de seguridad se han desplegado en la localidad de Daraya y han colocado diversos controles en las calles de la ciudad. Los residentes han sido registrados y algunos de ellos han sido "atacados y golpeados". También se han escuchado disparos "esporádicos".

Entretanto, en Daraa, varias personas han resultado heridas cuando los soldados han irrumpido en la ceremonia funeraria de una de las víctimas mortales del atentado de este viernes en el que 26 personas murieron.

Por su parte, en Homs, de acuerdo con un comunicado de esta organización opositora, se han registrado varias explosiones e intensos disparos con artillería pesada en los puestos de control de las fuerzas de seguridad del régimen.

En Deir Ezzor, intercambios de disparos han sucedido a una manifestación convocada por la tarde de este sábado y a un corte de la electricidad en el barrio de Hamediah.
Según recoge la cadena británica BBC, el número de fallecidos podría haber ascendido a 27, de los cuales trece se habrían producido en Idlib, ocho en Hmos, cinco en los barrios de Damasco y uno en Hama, citando a fuentes de los Comités de Coordinación Local.

Concentración

Decenas de sirios se concentraron ayer de nuevo frente a la embajada de su país en Madrid para protestar contra la represión que el régimen del líder sirio, Bashar al Assad, está ejerciendo sobre los manifestantes, según han señalados ellos mismos.

En declaraciones a Europa Press Televisión, el responsable de comunicación de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS), Muyahed Aquel, ha asegurado que lo que ellos reclaman es la dimisión y expulsión del embajador sirio en España, Hussam Eduin Aala, por representar a un "régimen genocida", que está cometiendo "crímenes contra su propio pueblo y contra la Humanidad", ha sentenciado.

Además, ha añadido que en el interior del país cualquier persona que se manifieste en contra del régimen "es amenazada, tiroteada y detenida", incluso "les detienen en los hospitales porque saben que han participado en una manifestación y que están en contra del régimen".

El mensaje que ha destacado Aquel es "el más profundo desprecio hacia unos representantes que deberían de proteger y no disparar contra el pueblo por mantenerse en el poder". Según los manifestantes, lo único que reciben ellos y sus familias son amenazas. Viven en una situación de miedo constante en la que el mensaje es que "no es tiempo para revolucionarse contra el régimen".

A principios de esta semana, los manifestantes llevaron a cabo otra concentración, pero esta vez frente al edificio de la Liga Árabe, donde reclamaban "que el asunto se lleve a la ONU o a algún órgano que sea operativo, porque la Liga Árabe ha demostrado su incapacidad al no emitir ni un comunicado de condena contra el régimen sirio", ha concluido.

Liga Árabe

La Liga Árabe ha decidido reiterar su llamamiento a Siria para que ponga fin a la violencia interna en el país por la represión de manifestantes contrarios al presidente Bashar al Assad, sin llegar a solicitar que la ONU envíe expertos para reforzar una misión de paz árabe para el país, como ha propuesto Qatar, según el borrador de resolución árabe que podría ser aprobado este mismo domingo en El Cairo. "El secretario general continuará coordinado con el secretario general de las Naciones Unidas para mejorar la asistencia técnica de la comisión de observadores", señala el borrador obtenido por Reuters, haciendo referencia al secretario general de la Liga Árabe.